Los hechos, según constan en la denuncia interpuesta por los padres del adolescente, sucedieron en torno a las dos de la madrugada del pasado viernes en las proximidades de ses Fontanelles. Los menores habían acudido a un multitudinario concierto celebrado en la playa de Can Pastilla. Una vez finalizado el mismo, y fuera del perímetro de seguridad establecido por la organización, un grupo muy numeroso de jóvenes rodeó a una chica de catorce años. Los agresores intentaron «abusar de ella». Gracias a que la menor iba acompañada de una amiga, ambas ofrecieron una gran resistencia y consiguieron huir apresuradamente del lugar.
El hermano de la víctima, un chico de 16 años y nacionalidad española, se dirigió al grupo de presuntos agresores para pedirles explicaciones por lo sucedido. En ese instante, los chicos le rodearon y comenzaron a propinarle puñetazos y patadas. Así como pudo, el joven emprendió la huida, pero fue alcanzado por la multitud en un callejón donde se cebaron con él.
Finalmente, fue uno de los propios agresores quien se dirigió a sus compatriotas en árabe y les pidió que cesaran de pegarle, porque lo iban a matar. «En un principio no le hicieron caso y siguieron agrediendo a mi hijo, pero al final desistieron de su actitud y se fueron. Fue entonces cuando este chico lo acompañó hasta donde estábamos nosotros y conseguimos pedir ayuda», apunta la madre del menor brutalmente agredido.
La víctima, según el parte médico expedido por el hospital, sufrió una doble fractura de mandíbula y policontusiones por todo el cuerpo como consecuencia de la paliza. Además, el grupo de delincuentes no dudó en robarle la cartera, el dinero, el reloj y el teléfono móvil.
Pruebas
Nada más interponer la denuncia, la Policía Nacional ya dispone de un vídeo de la persecución y tiene identificado a uno de los presuntos agresores.
La investigación está muy avanzada y no se descarta que en los próximos días se produzca la detención de los presuntos agresores.
Sin incidentes durante el evento
La agresión se produjo una vez finalizado el evento en una zona alejada del recinto. El dispositivo del concierto celebrado en Can Pastilla fue modélico y estuvo integrado por más de 60 efectivos de seguridad privada, 12 policías locales y numerosos agentes del CNP. Durante el mismo, no se produjo ni un solo altercado.