Incendio en Artenara, Gran Canaria. | Europa Press

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El incendio forestal declarado el sábado en la cumbre de Gran Canaria por fin está estabilizado después de cuatro días en el que ha arrasado unas 1.500 hectáreas dentro de un perímetro de 23 kilómetros y ha obligado a más de un millar de personas a abandonar sus casas ante la amenaza del fuego.

Cuatro días después del incendio, ocasionado al parecer por la imprudencia de un hombre al utilizar una radial y que ha eludido de forma provisional la prisión al pagar la fianza de 25.000 euros acordada por la autoridad judicial, los vecinos de los municipios de Tejeda, Artenara y Gáldar que fueron evacuadas han podido regresas en sus casas, pues, aunque todavía es pronto para determinarlo con exactitud, son pocas las viviendas afectadas por las llamas.

El viento, que llegó a alcanzar rachas de 70 kilómetros por hora durante las pasadas noches, ha sido uno de los principales enemigos de los equipos de extinción, que no han dado por estabilizado el incendio hasta este martes y que esperan que mañana pueda estar controlado.

El otro riesgo es la ola de calor que amenaza con llegar a Canarias en los próximos días, lo que ha hecho que el Gobierno regional haya decidido mantener los mismos operativos de lucha contra el fuego, que continuarán refrescando el terreno hasta que el incendio quede extinguido.

Para evitar precisamente la reactivación, el dispositivo aéreo, formado por 14 medios, entre helicópteros, un avión y dos hidroaviones, seguirán trabajando para controlar, vigilar y humedecer el perímetro del incendio, que el sábado, el mismo día que se originó, llegó a estar estabilizado en un 85 por ciento de su perímetro cuando solo afectaba a 112 hectáreas.

Sin embargo, la presencia de focos secundarios entre Tejeda y Artenara complicó la lucha contra el fuego, que durante la primera noche del incendio, arrasó con unas 800 hectáreas más y, debido a su gravedad, el Cabildo de Gran Canaria cedió el testigo al Gobierno de Canarias en la dirección de las labores de extinción.

Como medida preventiva, cientos de personas tuvieron que pasar el fin de semana en casas de sus familiares o en albergues y se cerraron carreteras, algunas de ellas, aún se mantienen inoperativas como es el caso de las vías GC-150 (carretera de Los Pechos a Pinos Gáldar; entre Cruz Tejeda y Pinos de Gáldar) y GC-130 (Telde a Cazadores, en el cruce con GC-131 punto kilométrico 21).

Los dispositivos terrestre, formado por entre 500 y 600 personas, y aéreo, con diez helicópteros y un avión de carga, desplegados en la isla lograron contener el domingo el incendio que durante esa tarde ya había alcanzado las 1.000 hectáreas.

Las fuertes rachas de viento que se registraron durante la noche del domingo al lunes impidieron, no obstante, controlar las llamas que obligaron a nuevas evacuaciones.
El fuego avanzó sin control desde Tejeda hacia La Aldea y afectó a unas 1.500 hectáreas, superficie que no ha variado desde el lunes, cuando se alcanzó el máximo de casi mil personas evacuadas.

Los once helicópteros, el avión y dos hidroaviones que conforman el dispositivo aéreo consiguieron que, finalmente, este lunes los equipos de extinción pudiesen llegar a todos los puntos del fuego, muchos de ellos inaccesibles, y que el incendio no avanzase.
Desde el lunes el incendio está contenido, no hay humo ni llamas, pero el temor de los técnicos era que las brasas y viento pudieran reactivarlo.

Cuando parecía que el susto había pasado, otro incendio se declaró anoche entre Telde e Ingenio, en un paraje donde desde finales de los años 70 se producen fuegos provocados de manera reiterada, y, por efecto del viento, avanzó a la zona de Guayadeque y la de El Lerete.

Fue estabilizado rápidamente este segundo incendio, que se produjo en un momento en el que todos los medios de extinción se concentraban en sofocar el fuego de la cumbre y por el que no hay de momento ningún detenido, si bien todo apunta a un fuego intencionado.
Aunque por fin este martes el incendio está estabilizado, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha pedido a los ciudadanos que no acudan a la zona afectada por el fuego y se evite el «piroturismo», pues todavía se trabaja y el incendio no está controlado.