Miguel Ángel Subirán y Manuel Penalva, a la salida de los juzgados de Via Alemania. | Alejandro Sepúlveda

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El juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán piden que se anule toda la causa en su contra. En un escrito registrado este viernes también denuncian un complot, del que hacen partícipe a toda la cúpula de la Policía Nacional, «con la oportuna colaboración de un juez (Miquel Florit) y un fiscal (Juan Carrau)» cuyo fin último sería anular el ‘caso Cursach'.

El escrito remitido a la magistrada Carmen Abrines encadena una serie de argumentos para anular toda la investigación que derivó en la incautación de los WhatsApp que Penalva y Subirán intercambiaban con el Grupo de Blanqueo de la Policía Nacional. Estos mensajes son la base de los informes policiales que hablan de graves irregularidades en la instrucción del ‘caso Cursach', que incluyen detenciones ilegales y coacciones a testigos. En primer lugar niegan la existencia de ningún delito de revelación de secretos en las filtraciones que se investigan porque sostienen que se produjeron cuando la causa ya no era secreta. Por lo tanto no existiría un motivo para que Florit y Carrau iniciaran las pesquisas y todo lo que deriva de ella sería nulo. También piden que se excluya todo lo actuado después de la serie de autos con las que se accedió al listado de llamadas de tres periodistas que dieron lugar al ‘caso Móviles', que se sigue en el TSJB contra Florit.

El documento sostiene que el objetivo de las pesquisas no era aclarar posibles revelaciones de secretos, sino «otro bien distinto: acabar con la investigación del conocido ‘caso Cursach'». Sostienen que todo el complot surge del inspector jefe, ya jubilado, Antonio Suárez, del que sostienen que «según explicará un testigo en su momento, presuntamente recibía sobres de dinero del Grupo Cursach». El propio Penalva archivó la investigación que se inició contra este inspector a raíz de una denuncia de ‘la Madame'. El escrito continúa: «La cúpula policial y en especial el señor Suárez, valiéndose de sus amigos íntimos Márquez y Palomo (los autores de los informes que analizan los WhatsApp), orquestó el plan que concluyó con la realización de la presente investigación para saciar su sed de venganza, construyendo un atestado a su medida, repleto de falsedades y manipulaciones».

Sobre Juan Carrau también afirma que tiene una amistad personal con Suárez y le acusa de hacerse de forma ilegal con el procedimiento seguido por falso testimonio contra ‘la Madame': «El señor Carrau pretendía imputar absurdamente en esa causa tanto al juez Penalva como al fiscal Subirán». Le acusa de manipular al juez Florit y a ambos de «maniobras turbias» para enviar el caso al TSJB.

Piden que se expediente

En otro escrito, también remitido al juzgado, Penalva y Subirán piden que se abra expediente a Juan Carrau y a los fiscales Anticorrupción designados para el caso por no denunciar una supuesta revelación de secretos que basan en la inclusión del nombre del testigo protegido 29 en los WhatsApp. Anuncian querellas por falsedad contra los inspectores que les investigan, el anterior jefe superior, Antonio Emilio Jarabo, y el comisario José Luis Santafé. Asimismo les acusan de facilitar información a Ultima Hora. En varias ocasiones en el escrito de 54 páginas se refieren a este diario como «el medio aliado con la verdadera organización criminal».