La investigación arrancó a finales del pasado septiembre cuando se produjo un asalto a una farmacia de Sa Coma por parte de un varón que esgrimió un arma blanca y portaba un casco de motocicleta para dificultar su identidad. El autor se apoderó de unos 200 euros.
En octubre, el mismo hombre irrumpió en una empresa de alquiler de coches de la misma localidad ataviado con un casco de obra y gafas de sol, y gritando que se trataba de un atraco.
A raíz de la reacción de una de las dependientas que solicitó ayuda, el asaltante huyó sin llegar a sustraer nada, pero un día después, cara descubierta y amenazando con un arma blanca, intentó asaltar un supermercado. No obstante, la dependienta consiguió salir a la calle a pedir ayuda y el asaltante escapó sin botín alguno.
La investigación se centró en un hombre conocido por los agentes con antecedentes policiales de similares características. Una vez plenamente identificado el autor de los tres hechos se procedió a su detención y fue puesto a disposición judicial.
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