«Te toco el culito, te la meto solo un poquito y ya». Este es uno de los mensajes que el dueño de un restaurante de Palma reconoció este martes en un juzgado haber enviado a una de sus empleadas. No fue el único ni la única vía. El acoso sexual también se manifestaba de forma verbal durante las horas de trabajo.
El hombre, de 32 años de edad, admitió los hechos ante la juez y aceptó medio año de prisión y, además, indemnizará a la víctima con 3.000 euros.
Cocina
La perjudicada fue contratada por el acusado en agosto de 2016 como ayudante de camarera. Un mes después pasó a la cocina, donde el propietario, e imputado, ejercía como jefe. Meses después, en el mes de febrero, el hombre empezó a insinuarle, prácticamente a diario, que quería mantener relaciones sexuales con ella. Lo hacía cuando se encontraban solos en el restaurante y también a través de WhatsApp y Facebook fuera de la jornada laboral.
«¿Me dejas tocarte una nalga mañana por favor? Estoy bien caliente». Le envió a la empleada el 16 de febrero. Días después también se dirigió a su empleada en los siguientes términos. «¿Me dejas mañana verte las bragas? Cuando te falte dinero o algo que esté a mi alcance me dices. Simplemente me encantas». La respuesta de la mujer era siempre negativa.
Las continuas peticiones provocaron una situación de ansiedad en la mujer, que vio como su jefe, antes los repetidos rechazos, empezó a menospreciarla y poner trabas a su trabajo. El 24 de agosto de 2017 la denunciante fue despedida.
Prohibición de acercarse y comunicarse
El acusado, además de la pena de prisión, que no cumplirá al quedar suspendida la condena por un plazo de dos años, y el pago de 3.000 euros en concepto de indemnización, que tendrá que abonar en un mes, no podrá acercarse a la víctima a menos de 500 metros ni tampoco comunicarse con ella durante el plazo de un año.
8 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Jimi i Paca, si vosaltres necesitasiu el sou per menjar ho entendrieu millor. Dauvos per afortunats que hi ha molt de "suposat empresari" que no passa d'esser un explotador, i desgraciadament molt de treballadors que no coneixen els seus drets, i d'aixó peró espacialment d ela necessitat del sou s'hen aprofiten una colla de misserables.
otro impresentable miembro de esta lacra...poca pena para el daño que hacen ,por lo menos el alejamiento de la victima debería ser mucho mas largo...ya que la pena de cárcel es mínima y la multa también ... en Baleares estamos primeros en este tipo de comportamientos y últimos de Europa en educación.....
El nombre del restaurante y de éste cabeza averiada tendríamos que saber
Lo que yo no entiendo es porque espera a ser despedida para denunciar y no lo hizo desde primer momento.Poca multa para ese impresentable
No se si lo dices por experiencia, pero pedir la cuenta significa dejar de pagar recibos... Lo que hay que hacer es lo que ha hecho. Guardar datos y denunciar
Hay muchos imbéciles como este en todos los campos...q quede claro q no les defiendo,al contrario.....pero a la primera insinuación lo mejor es pedir la cuenta....los dejas muertos!!!
Qué barato sale en este país vejar y humillar a una persona... y que ésta se quede sin trabajo! qué vergüenza...
€3.000 de indemnización? Que baratito le ha salido. Esta pobre chica ha perdido su trabajo hace más de dos años por culpa de el pervertido ese. Aparte está el daño psicológico causado que dura toda la vida.