Los dos acusados, ayer, en el juicio celebrado en un juzgado de Palma.

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No era la primera vez que trucaba máquinas tragaperras. Sabía que solo jugaba para ganar. Un hombre ha aceptado una condena de dos años y medio de cárcel por robar 47.000 euros en salones de juego de Palma a principios de 2019.

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El acusado, español de 44 años, se declaró culpable este viernes en el juicio de un delito de robo con fuerza en local abierto al público y otro de estafa. La jueza tuvo en cuenta la atenuante de ludopatía y la agravante de reincidencia porque ya fue condenado por manipular tragaperras de Cala Millor en 2017. El procesado, que se encuentra en prisión, devolverá el dinero al propietario del local.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 23.30 horas del 11 de febrero del año pasado. El acusado acudió a un salón de juegos situado en la calle Cardenal Rossell y fracturó el cajetín de una de las máquinas de apuestas para apoderarse de 320 euros. Empezó a realizar apuestas introduciendo los billetes con el cajetín abierto. Apostó 2.900 euros y consiguió premios por importe de 26.550 euros a través de vales de caja. Para cobrar uno de los tíquets, de 2.195, necesitaba entregar un DNI. Un compinche realizó la gestión, cinco días después, en otro salón de juego de la misma empresa a cambio de 600 euros, según recoge la Fiscalía en su escrito. El otro implicado se declaró ayer autor de un delito de receptación y aceptó seis meses de prisión que no cumplirá al carecer de antecedentes.
El 18 de febrero, en otro establecimiento de la calle Cartago, el principal acusado rompió un cajetín y consiguió premios por importe de 32.850 euros a través de vales de caja.