De forma totalmente repentina y en su domicilio de la capital balear la agente sufría una parada cardiorrespiratoria y moría unos instantes más tarde.
Malén, era una persona muy querida en el cuerpo policial del que estuvo un tiempo apartada por algunos problemas de salud. Una vez recuperada se incorporó de nuevo a la plantilla donde trabajaba con total normalidad. «Era una buena mujer. Su hermano también es compañero y son una familia extraordinaria. Estuve con ella hace unos días en el cuartel y cuando por los grupos de WhatsApp nos han comunicado la noticia no dábamos crédito», comenta uno de sus compañeros.
Nada más conocerse la noticia, el sindicato CSIF publicó una fotografía de Malén con el siguiente mensaje: «Hoy nos ha dejado nuestra compañera Malén. Desde el CSIF lamentamos su pérdida y quermos acompañar a sus familiares y seres queridos en estos duros momentos. Enviamos nuestras más sentidas condolencias».