Los efectos recuperados por la Policía Nacional.

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Desvalijó el piso de su vecina el año pasado. Sabía lo que había en el interior porque hace varios años trabajó en unas obras. El ladrón se llevó una veintena de marcos de fotos, un servilletero, bandejas, objetos de plata, figuras decorativas y un candelero del domicilio, situado en la calle General Riera de Palma.

El hombre, español de 60 años, fue juzgado ayer y aceptó una condena de dos años de cárcel. El acusado, defendido por el abogado José Manuel Madroñero, se declaró autor de un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada. La jueza tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de reparación del daño porque devolvió una gran parte de los objetos sustraídos.

El procesado no ingresará en prisión con la condición de que en los próximos tres años pague 100 euros al mes durante cinco meses y una multa de 720 euros.

Los hechos tuvieron lugar en abril de 2019. El hombre aprovechó que la víctima se había dejado las llaves puestas para apoderarse de diversos objetos. Abandonó la vivienda y se quedó con las llaves para seguir robando a lo largo del mes.

La Policía Nacional inició una investigación a raíz de la denuncia del hijo de la propietaria del piso, que no residía allí en esas fechas. Los agentes averiguaron que el sospechoso era un vecino del inmueble que tiene antecedentes por hechos similares y años atrás estuvo realizando unas obras en el domicilio. El hombre, tras ser detenido, devolvió parte de los efectos robados pero algunos de ellos los vendió y no han podido ser recuperados.

La Fiscalía reclamaba al inicio del procedimiento una condena de tres años y siete meses de prisión para el acusado pero ayer rebajó su petición tras llegar a un acuerdo con la defensa.