Tres menores tuvieron que ser evacuadas con etilismos severos a los hospitales vizcaínos de Urduliz y Cruces tras ser atendidas por los servicios de emergencia durante un macrobotellón ocurrido en el pinar de Gorliz en la tarde de este pasado martes.
La Ertzaintza tuvo que desalojar de las campas a centenares de jóvenes porque se estaban incumpliendo las normas de seguridad sanitaria y no se respetaban las distancias de seguridad decretadas por el covid19, según han informado a Europa Press fuentes del Departamento vasco de Seguridad y DYA.
Los hechos ocurrieron a las 16.00 horas cuando ambulancias de DYA se personaron en el pinar de la localidad vizcaína en dos ocasiones para atender, en un primer momento, a dos menores de 13 años y, una hora después, a una tercera, de 14, que participan todas ellas en el botellón, donde se encontraban al menos 200 menores sin guardar las distancias mínimas de seguridad requeridas.
Al lugar acudieron patrullas de la Ertzaintza y de la Policía Local que procedieron al desalojo de las campas sin que se registraran incidentes ni se tuviera que proceder a identificar a ninguna persona, tal y como ocurrió hace 20 días cuando la Policía Vasca identificó a dos personas durante el desalojo de otro botellón masivo en el mismo lugar.
Tras ser atendidas en el mismo pinar, las dos primeras menores fueron trasladadas al hospital de Urduliz para realizarles un lavado de estómago y la tercera, un año mayor, al de Cruces, aunque su estado revestía menor gravedad que el de las otras dos chicas.
4 comentarios
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manteniendo la media española de consumo de alcohol
oye......que es eso? Segun mis amigos españoles en Mallorca solo las turistas alemanes y de inglaterra hacen botellones y boracheras en la playa y en los bares :) . Por dicha en Mallorca anoche los nativos eran mucho mas civilizado, nu hubo fiesta en las playas. Asi he disfrutado hoy una Playa de Palma sin basura, y no como los años pasados cuando la playa era un gran basurero.
Hemos vuelto a la normalidad. El día a día de la vida española como siempre. Ya solo falta esa devoción fanática al fútbol y el visionado intelectual a los programas del corazón-petardeo tan nuestro y todo será como debe ser en nuestra gran cultura.
Madre mía. Trece y catorce años y con problemas etílicos. 😔