Según ha publicado el diario Ara y han confirmado fuentes del Hospital Sant Pau, la paciente, que acudió el pasado 11 de mayo a hacer unas prueba de tuberculosis, fue atendida por el médico, que hacía sus prácticas como residente de médico de familia.
La paciente denunció tras la visita que el médico, en primer año de residencia, le dijo que estaba haciendo un estudio y que grabaría la visita con una cámara y que le filmó desnuda de cintura para arriba.
Luego se extrañó de que no le hiciera firmar ninguna autorización por escrito si se trataba de un estudio científico, por lo que llamó al hospital para que borrasen las imágenes y desde el servicio de atención al paciente del hospital le comunicaron que no existía el estudio esgrimido por el médico ni habían autorizado a ningún médico a filmar pacientes.
El Hospital de Sant Pau ha confirmado que nada más recibirse la queja el médico fue apartado y suspendido de la actividad docente e informaron al EAP Sardenya, donde pasaba consulta como médico de cabecera.
Al parecer, al ser preguntado, el médico adujo que la filmación era para un documental de una productora italiana.
Al médico le han abierto un expediente por «falta grave», de momento, por «un error procedimental porque grabó sin el consentimiento informado adecuado».
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y las que no se denuncian...
¡En todas partes cuecen habas!