A la izquierda, los ex jefes de las policías locales de Calvià y Marratxí, José Antonio Navarro y Antonio Ledesma, que serán juzgados e la Audiencia Provincial. A la derecha, los políticos ahora sobreseídos, José María Rodríguez y Álvaron Gijón. | Redacción Sucesos

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La macroinvestigación de corrupción policial que terminó siendo el ‘caso Cursach’ arrancó en 2014 con la detención de mandos de la Policía Local de Calvià, que pasaron meses en prisión preventiva. Seis años después, el juez Enrique Morell ha dictado auto de apertura de juicio oral por esta subtrama que era el único delito que quedaba dentro de la pieza matriz con la que arrancó la causa. El auto dictado ayer supone el archivo oficial del caso para algunos de sus protagonistas como los expolíticos Álvaro Gijón y José María Rodríguez. La misma resolución también acuerda el archivo de esa pieza para investigados como Bartolomé Cursach o el exconcejal Guillermo Navarro que, sin embargo, están todavía dentro de otras piezas en las que se dividió el macro sumario.

La Fiscalía formuló acusación contra el exjefe de la Policía Local de Calvià, José Antonio Navarro y su homólogo de Marratxí, Antonio Ledesma, además de otros dos agentes y dos funcionarios municipales. Al primero se le acusa de amenazas, actividades prohibidas, cohecho y prevaricación.

Anticorrupción sostiene que mantenía abierto un despacho profesional desde el que, de forma ilegal, daba servicios administrativos a locales de ocio nocturno del municipio. Al ofrecer él estos contratos, además de incurrir en una incompatibilidad, la acusación considera que ejercía una coacción sobre los empresarios para que le pagaran. La situación de Ledesma es similar. Navarro estuvo por este asunto un mes en prisión preventiva en el año 2014. Fueron los primeros arrestos que se practicaron y el inicio de la macro causa: después se produjeron las denuncias entorno a los exámenes de la Policía Local de Palma y las primeras investigaciones entorno a agentes y a un empresario de Platja de Palma.

En 2017 la causa pasó a ser conocida como el ‘caso Cursach’ con la detención del empresario. La causa matriz ha pasado por las manos de cuatro jueces de instrucción diferentes: Carmen González, que instruyó esta parte; Manuel Penalva, ahora investigado en el TSJB; Miquel Florit, juzgado en el ‘caso Móviles’ y ahora Enrique Morell.

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De esta causa matriz se han separado distintas partes que se tramitan de forma separada. Una de ellas es la que sentará al empresario Bartolomé Cursach y a otras 26 personas en el banquillo de los acusados y que también tiene dictada apertura de juicio oral. Están pendientes de acusación otras como la que afecta al empresario Miguel Pascual Bibiloni y al supuesto amaño de unas oposiciones de la policía local. Al quedar casi vacía la causa matriz, el juez ya ordenó continuar las actuaciones en enero sólo por las actuaciones en torno a la Policía Local de Calvià.

Un centenar de sobreseimientos, la mayoría derivados a otras piezas

El auto dictado este viernes pone por escrito un centenar de sobreseimientos, si bien muchos de estos investigados están derivados a otras de las piezas en las que se ha dividido la instrucción de forma un tanto azarosa. Así, se archiva el ‘caso Cursach’ para el propio Cursach, pero sólo por los hechos que no se incluyeron en la pieza por la que se le llevará a juicio.

Eso incluye delitos de los que se le acusaban como dos homicidios sobre los que no se practicó diligencia alguna. También fue en esta pieza principal en la que se acordaron los ingresos en prisión preventiva y las fianzas, algunas de las cuales se han tenido que reiterar más tarde en las piezas separadas. La causa irá a juicio en la Audiencia.