Renata Gocha, junto a su abogado Miguel Ángel Ordinas, en los juzgados de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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La conductora ebria que mató a Paula Fornés en sa Ràpita pide que le suspendan la condena de cuatro años de cárcel por homicidio imprudente para seguir un tratamiento de desintoxicación. Renata Gocha, a través de su abogado Miguel Ángel Ordinas, sostiene que se encuentra en un programa de deshabituación desde el 18 de marzo de 2019.

«La acusada, según consta en el informe de la Unidad de Conductas Adictivas, sufrió la muerte de su padre hace aproximadamente seis años tras un accidente y su madre murió un año después por una enfermedad cardíaca. En esta época inició el consumo abusivo de alcohol», indica el letrado.

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En el escrito, dirigido al juzgado de lo Penal 8 de Palma, también solicita la suspensión de las penas de tres meses de prisión por conducir sin permiso y cuatro meses por llevar un carné falso polaco. Su intención es sustituirlas por un curso de intervención, sensibilización y reeducación vial o trabajos a beneficio de la comunidad. El abogado añade que «es innegable que la acusada, en el momento de los hechos, estaba bajo los efectos del alcohol y que lleva dos años en tratamiento. Desde el equipo terapéutico se valora la continuidad del programa y que los objetivos que se persiguen con dicho tratamiento solo podrán alcanzarse estando Renata en libertad».

El accidente mortal ocurrió la noche de Sant Joan de 2018 en sa Ràpita. La mujer circulaba ebria por la avenida Miramar cuando perdió el control del coche porque iba mirando el móvil, invadió el carril bici y arrolló a Paula Fornés, que tenía 15 años.