El arrestado se ha convertido en un verdadero y peligroso problema de seguridad en la estación. | Policía Nacional

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«Lo tengo muy claro. En cuanto me soltéis pienso volver a la estación Intermodal y mataré a los vigilantes». Estas son las palabras de un joven, de 22 años de origen ruso y nacionalizado español, que trae por la calle de la amargura a los vigilantes de seguridad de la Intermodal, a la Policía Nacional y a los jueces.

A las 19.45 horas del pasado lunes, agentes de la Policía Nacional procedieron a la detención, por undécima vez, de un joven de 22 años de edad como presunto autor de un delito de quebrantamiento de medida cautelar, daños y amenazas, al acudir nuevamente a la Estación Intermodal de Palma teniendo la prohibición de aproximarse a la misma a una distancia de 200 metros. Una vez allí, ocasionó daños materiales en un torno de acceso a la estación y acometió contra el vigilante de seguridad que le recriminó su comportamiento.

Se da la circunstancia que esta persona ya había sido detenida en diez ocasiones anteriores, protagonizando incidentes similares en el recinto.

La sala del 091 recibió una llamada en la que los vigilantes de seguridad de la estación Intermodal solicitaban presencia policial al tener retenido a un hombre que estaba muy agresivo. Los agentes se entrevistaron con el vigilante quien indicó que, momentos antes, se personó en la zona un joven conocido por varios incidentes anteriores, observando cómo éste comenzaba a golpear los tornos de seguridad que dan acceso a los andenes de tren.

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En vista de lo que estaba sucediendo, se aproximó al joven recriminándole su actitud. El joven se enfrentó al vigilante, acometiendo contra él, por lo que éste tuvo que reducirle y avisar a la Policía Nacional, recibiendo amenazas de muerte en varias ocasiones por parte del detenido. El seguridad comprobó como uno de los tornos había quedado inservible.

Los policías comprobaron que además le constaba una requisitoria judicial emitida por un juzgado por quebrantamiento de condena, por lo que los agentes procedieron a la detención del presunto autor por un delito de quebrantamiento de medida cautelar, amenazas y daños, así como por la requisitoria judicial.

Pasividad judicial

La undécima detención, los quebrantamientos continuados, las amenazas de muerte, los daños constantes y las agresiones al personal de seguridad han provocado una gran indignación contra los jueces de Vía Alemania. Policías, vigilantes, usuarios y opinión pública, de forma unánime, cargan contra los jueces a los que señalan como culpables de esta situación.