El procesado era la pareja sentimental de la abuela de las niñas desde hacía 25 años. En numerosas ocasiones, según recoge el fiscal en su escrito, se quedaba a cargo de las menores debido a la situación de depresión crónica que padecía su compañera.
Tocamientos
En fecha no precisada, cuando una de las niñas tenía 8 años, el hombre la sometió a distintos comportamientos sexuales tras desnudarla o introducirle la mano por las bragas. El fiscal indica que el acusado le hacía masajes en las nalgas y en la zona genital introduciéndole los dedos en la vagina. Además, le realizaba tocamientos en los pechos y la abrazaba por detrás aprovechando que dormían juntos y apretaba su pene erecto contra ella. Estos episodios ocurrían, sobre todo, en verano.
Una vez la llevó a una playa y estando ambos completamente desnudos se frotó con su nietastra. La menor se quedó paralizada, en situación de bloqueo físico y emocional. Los tocamientos se volvieron a repetir en un viaje que las perjudicadas hicieron a Valencia con su abuela y con el acusado el 16 de julio de 2019.
A la otra nieta de su pareja, que tenía 7 años, también la sometió a distintos comportamientos sexuales normalmente mientras estaban en el sofá de su casa o en el de la de su abuela. En la cama le metía la mano por debajo de la ropa interior y le realizaba tocamientos en los genitales.
UFAM
La niña, a raíz del último episodio ocurrido en Valencia, decidió contárselo a su madre que, junto con su marido, presentó la correspondiente denuncia en la Policía Nacional. La Unidad de Familia y Mujer (UFAM) se hizo cargo de la investigación, que se saldó con la detención del hombre, el 31 de julio del año pasado, cuando acababa de aterrizar en Mallorca procedente de Valencia.
El investigado fue puesto a disposición judicial y negó los hechos alegando que solo les hacía masajes. La declaración se prolongó durante horas y el juez acordó su ingreso en prisión provisional acusado de dos delitos continuados de abuso sexual a menor de 16 años. Las niñas, a consecuencia de estos hechos, presentan secuelas psicológicas como sentimientos de miedo, venganza y culpa y han acudido a la Unidad Terapéutica de Abuso Sexual Infantil (UTASI).
El juicio contra el hombre, defendido por el abogado Eduardo Luna, tendrá lugar próximamente en la Audiencia de Palma.
