Según fuentes próximas a la investigación a la que ha tenido acceso Ultima Hora los hechos tuvieron lugar, a las 4.55 horas de la madrugada de este domingo, a las puertas de un conflictivo local. Varias llamadas alertaron a la sala del 091 informando de la presencia de dos «moros» que estaban en el lugar con un bate de béisbol con clavos en la punta amenazando e intentando agredir a dos chicas por el simple hecho de ir cogidas de la mano para cruzar la calle.
Con suma celeridad, varias patrullas se desplazaron hasta el lugar en auxilio de las víctimas. A su llegada, varios jóvenes no cesaban de hacer señas a los agentes para que interceptaran un coche con dos ocupantes en su interior. Se trataba del vehículo con los dos agresores que se daban a la fuga.
Tras ser interceptados, los policías localizaron en su interior el bate de béisbol de madera provisto con tornillos en su parte final. Se trata de un arma de fabricación artesanal muy peligrosa. Acto seguido, los investigadores solicitaron refuerzos y se inició la identificación de todos los implicados. Varios testigos relataron a los responsables del caso que, instantes antes, habían visto sin ningún género de duda, a los dos sospechosos a bordo de un coche intentar atropellar a una pareja de chicas que iban cogidas de la mano mientras cruzaban la calle.
Otros testigos también ratifican esa versión y apuntan que además de hacer el ademán intencionado de atropellar a las mujeres, tuvieron que refugiarse para no ser arrolladas. Segundos más tarde, los dos jóvenes de origen marroquí se bajaron del coche, cogieron el bate de béisbol y se dirigieron a la pareja gritando: «Esto pasa a las mujeres por ir con mujeres», a la vez que las amenazaban e insultaban.
Varios clientes del local tuvieron que interponerse con la finalidad de mediar en el conflicto e intentar proteger a las chicas.
Pasados unos minutos y con numerosos efectivos policiales en el lugar, los investigadores se entrevistaron con las víctimas. Se encontraban muy nerviosas, alteradas y en estado de shock. En su primera declaración, apuntaron que estaban de fiesta en un pub en compañía de unos amigos suyos. Una vez fuera del establecimiento, se percataron de la presencia de un coche que, a toda velocidad, realizó un cambio de sentido y se dirigía directamente hasta la posición donde ellas estaban. Su reacción fue inmediata, logrando esquivar el coche poniéndose a buen recaudo. A partir de ese momento fue cuando los jóvenes agresores se bajaron y comenzaron a vertir todo tipo de amenazas e insultos por el hecho de cruzar la calle cogidas de la mano.
Los dos marroquíes fueron detenidos y acusados de un presunto delito de tentativa de homicidio y otro de delito de odio. Los dos arrestados también se enfrentaron a los agentes y mantuvieron en todo momento un comportamiento chulesco y provocador.