Los cuerpos policiales establecieron puntos de vigilancia y control, mediante los que lograron desanimar a los que concurrían al lugar del 'macrobotellón'.

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«El Gobierno nos quiere encerrar en casa. Vamos a darlo todo en la última fiesta antes del Estado de Alarma. Nos vemos en la zona del depósito donde haremos un macrobotellón que nunca olvidaremos». Así anunciaban por las redes sociales y grupos de mensajería de WhatsApp un botellón masivo que debía celebrarse en la madrugada de ayer en Manacor.

La Policía Nacional y la Policía Local de Manacor lograron evitar la concentración masiva de jóvenes que pretendían incumplir las medidas sanitarias impuestas ante la crisis de la COVID-19.

Desde primera hora del sábado, los agentes detectaron que a través de las redes se estaba produciendo un llamamiento masivo entre la juventud manacorí para concentrarse en las inmediaciones del depósito de agua de la ciudad. La finalidad era celebrar un acontecimiento multitudinario caracterizado por la ingesta de alcohol con el que despedir la posibilidad de reunirse en la vía pública, ante la inminente declaración de un nuevo Estado de Alarma. Durante la tarde los jóvenes evidenciaron sus intenciones aprovisionándose de lo necesario para el evento en los supermercados y estaciones de servicio de la zona. Al tocar las 00.00 horas, los funcionarios policiales, perfectamente coordinados, establecieron puntos de vigilancia y control, mediante los que lograron desanimar a los que concurrían al lugar. Aunque en un primer momento se reorganizaron para trasladar la fiesta a la parte de las cuevas del Drac, ante la presencia policial, finalmente desistieron del intento, marchándose a casa. Algunos jóvenes no dudaban en dirigirse a los policías: «El próximo día invitamos a la Armengol».