El acusado, de 35 años de edad y nacionalidad española, acabó brutalmente con la vida de su pareja sentimental, Remedios Cortés Cortés, una mujer de 32 años y madre de cuatro hijos. El violento y sangriento homicidio tuvo lugar en el Camí de Ca na Verda, ubicado en el Secar de la Real, en Palma, junto al conocido poblado ‘El Hoyo'.
El pasado miércoles, rodeado de policías y ante la jueza, apuntó que esa noche había discutido con su pareja porque ésta mantenía una relación -o coqueteaba- con otro hombre. Él le enseñó unos pantallazos del teléfono móvil en los que, supuestamente, había interceptado una conversación de Whatsapp entre ella y su amigo.
Tras discutir, ella no dudó en saltar con el coche en marcha y tratar de huir de su agresor. Acto seguido, siempre según la versión que ofreció el acusado, se puso nervioso, dio un volantazo y se empotró contra un muro de hormigón. Tras salir del coche, alcanzó a la mujer y, con una piedra y un destornillador, acabó con su vida. Poco después, trató de esconder el cuerpo y simular que había sido todo fruto de un accidente mortal.
Tras conocer los hechos, los familiares convencieron a Antonio Cortés para que se entregase a la policía: «Si no nos matarán a todos». Esa es la frase que pronunciaron, aludiendo a la guerra entre clanes gitanos que podría originarse; entonces, llamó a la Policía Nacional y les confesó el crimen. Fuentes policiales confirmaron que no existían denuncias previas.
1 comentario
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He leído que la policía extrema la vigilancia entre las dos familias. No se porqué tienen que hacerlo, se supone que son personas civilizadas. O no?.