El juicio se celebró la semana pasada en el juzgado de lo Penal 1. El hombre aceptó la pena de dos años de prisión por dos delitos de maltrato animal, uno de ellos continuado. La acusación popular, ejercida por la Asociación Balear de Abogados por los Derechos de los Animales (ABADA), reclamó tres meses más de prisión por la gravedad de los hechos, que causaron un gran sufrimiento a ambos equinos.
La jueza resuelve que no procede imponer al agresor la condena de dos años y tres meses de cárcel por dos delitos de maltrato animal continuado. Uno de los episodios, el de la potra, se produjo una sola vez y los otros, con la yegua, ocurrieron en al menos tres ocasiones. «El acusado se conformó con la pena en su máxima extensión, pero hipotéticamente podría habérsele impuesto la mínima de 7 meses y 16 días lo que permite vislumbrar salvaguardada la proporción punitiva en atención al daño real causado». La magistrada tiene en cuenta la grave adicción del hombre al consumo de alcohol.
Los hechos se remontan al 1 de enero de 2018. El agresor acudió hasta la finca de Son Martí y accedió a las cuadras. Cogió un palo de madera y lo introdujo en la zona genital de la potra ‘Ketama', de siete meses, que se encontraba en el interior del establo sin poder moverse prácticamente. El hombre le causó graves lesiones, cortes, desgarros y hematomas. El animal sufre secuelas psicológicas y siente miedo ante cualquier golpe.
La dueña de los caballos, defendida por el abogado Diego Marín, decidió instalar cámaras de seguridad en las cuadras ante las lesiones y la sospecha de la conducta extraña que presentaba la potra. Dos meses después, los días 11, 16 y 23 de marzo, el acusado regresó al establo y agredió sexualmente a la yegua ‘Chillines', de 14 años. El hombre ató al animal para que no se pudiera mover y también le introdujo objetos punzantes que le causaron una serie de lesiones.
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil detuvieron al agresor en abril del año pasado. El hombre aseguró ante la jueza de Instrucción 2 de Inca que no se acordaba de nada y quedó en libertad acusado de dos delitos de maltrato animal.
La dueña de los caballos, Soledad Pérez, explicó a este diario que montaron varias guardias en la finca para intentar sorprender al agresor, pero no lo consiguieron e instaló cámaras con sensor de movimiento.
«Algunos días, al llegar a la finca, nos encontrábamos sillas o botellas dentro de la cuadra, pero no sabíamos lo que estaba pasando. Este hombre nos tenía vigilados. Cuando había caballos en las cuadras no atacaba, pero cuando estaban la yegua o la potra entraba por la noche», contó Antoni Amer, propietario de la finca.
«No queremos facilitar las imágenes de este hombre porque está casado y tiene un hijo. Su familia no tiene ninguna culpa de lo que haga, pero es terrible», añadió.
11 comentarios
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Menudo psicópata
ya esta de mas esta noticia, hay cosas mas importantes de comentar
Hombre, a éste más que en la cárcel habría que meterlo en un psiquiátrico.
pero que pasa por la mente de este psicopata?? me dan pena su mujer y su hijo, menudo futuro....
Torturar y violar a unas yeguas suponen 2 años de prisión pero matar a tu hijo no nacido es un derecho. Que alguien me lo explique, por favor.
Llamar Violador a ese trozo de carne con ojos es quedarse corto. Yo diria: TORTURADOR, SADICO, PSICOPATA, ASESINO.
Copular con una yegua es maltrato animal y dos años de prisión, pero clavar una espada a un toro y matarlo es de aplauso. Que alguien me lo explique, por favor...
Pobre mujer y su hijo.
me parece que algunos van estando locosssssssssssss...
Jutjat està. Tan de bo que la propietària de la finca va posar tots els mitjans per descobrir el torturador. Me fa patir que hagi tengut aquest comportament amb d'altres animals i que els seus propietaris no hagin pogut comprendre el que els passava. ...