Una patrulla de la Guardia Civil custodia el exterior de la cárcel de Palma. | Redacción Sucesos

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Un total de cien presos de segundo grado de la cárcel de Palma han empezado a salir de permiso por estas fiestas navideñas. Con la nueva normalidad vigente, la novedad de este año es que los reclusos, a su regreso al centro penitenciario, deberán pasar diez días en aislamiento por la pandemia.

Cada año se organizaban tres turnos de salida: en Navidad, fin de año y Reyes. Este año, por culpa de la Covid-19, se ha reducido el operativo a dos grandes salidas, la primera y la tercera. Y se ha eliminado la del día 31 de diciembre. Así pues, a partir de Nochebuena han empezado a disfrutar de permisos en la calle 50 presos y en Reyes lo harán otro medio centenar de internos. Todos los internos que tienen este beneficio penitenciario son de segundo grado y son considerados de «perfil bajo», es decir, que tienen un buen comportamiento en prisión. La Junta de Tratamiento Penitenciario autoriza estas salidas, con la condición de que el preso haya cumplido ya una cuarta parte de la condena. La mayoría de internos que estos días podrán reunirse con su familia en el exterior tienen «destinos productivos» en la penitenciaria, es decir, trabajan en la cocina, en manteniento, panadería y están inscritos en la escuela. Su comportamiento es impecable y las fuentes consultadas indicaron que no suponen, ni muchos menos, un riesgo para la sociedad. En otros casos, puede ser el juez de vigilancia penitenciaria el que conceda un permiso por estas fechas, aunque lo más habitual es que el trámite lo aprueba la Junta de Tratamiento.

En cuanto regresen a sus celdas, los presos estarán diez días en cuarentena, en módulos especiales, y serán sometido a una prueba PCR para confirmar que no se han contagiado del virus.

Ningún positivo por coronavirus entre los internos

Milagrosamente, en la cárcel de Palma no se ha declarado desde marzo ningún caso de coronavirus entre los reclusos. Por el contrario, sí ha habido algún positivo de funcionarios. Las medidas sanitarias son exhaustivas y el director del centro, Francisco Baldonedo, ha ordenado extremar la precaución.