Las diligencias del caso las instruye el juzgado de Instrucción número 2 de Inca, que el martes -cuando pasó a disposición judicial el sospechoso-, se encontraba en funciones de guardia.
Visita al centro médico
Las fuentes judiciales consultadas indicaron que el día de los hechos la familia acudió al centro médico porque al parecer la niña no se encontraba bien. Fue entonces cuando la pequeña habló con el médico y supuestamente relató que su padre la sometía a tocamientos y abusos sexuales desde hacía un año. La madre sufrió un ataque de ansiedad y el doctor, siguiendo el protocolo habitual en estos casos, se puso en contacto con la Guardia Civil, que envió de inmediato a una patrulla del cuartel de Pollença hasta el PAC, donde estaba la familia.
El hombre fue arrestado allí mismo y pasó la noche en los calabozos, mientras los agentes de la Policía Judicial se hacían cargo de la investigación y exploraban a la menor, que fue sometida a una revisión ginecológica. Los funcionarios también se entrevistaron con la madre, ya que supuestamente los abusos sexuales ocurrían en la casa en la que viven los tres, en la zona Norte de Mallorca. La señora interpuso una denuncia contra su esposo y explicó que no había sabido nada de lo que estaba sucediendo hasta que la hija lo contó. Los investigadores tiene previsto realizar más gestiones en los próximos días, para saber si la menor tenía un comportamiento extraño en clase o a lo largo de estos meses comentó algo a alguna amiga. Los abusos comenzaron hace un año y no había contado nada hasta la fecha porque estaba aterrorizada de las represalias que podía sufrir por parte del progenitor.
El acusado no prestó declaración ante la Benemérita
El sospechoso de los abusos sexuales a su hija no quiso declarar ante la Guardia Civil, durante el tiempo que estuvo privado de libertad en los calabozos. Sin embargo, parece ser que después, durante su comparecencia ante el juez, negó las acusaciones. No ha trascendido de momento si finalmente quedó en libertad con cargos o fue encarcelado. También debía decidirse sobre la orden de alejamiento de la niña, para lo cual debía abandonar el domicilio familiar.