Manel Forteza-Rey, en su despacho, posa para este periódico. | Juan P. Martínez

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Manel Forteza-Rey sigue con su particular lucha. En el año 2013, después de que su hija pequeña se quedara sin plaza en el colegio Sant Francesc de Palma, se propuso destapar los casos de padres que aportaron certificados falsos –médicos y laborales– para conseguir más puntos a la hora de escolarizar a sus hijos en el centro.

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Tras el inicio del juicio, en el que doce progenitores se sentaron en el banquillo de los acusados y seis de ellos admitieron los hechos, y a la espera de conocer la sentencia, advierte a Ultima Hora que el asunto no está ni mucho menos cerrado. «Ese mismo año hubo cuatro solicitudes más irregulares y el juez de instrucción no vio delito penal, pero hemos cursado una solicitud para que la Conselleria d'Educació expulse a esos alumnos por las irregularidades cometidas por sus padres», relata. Se trataría de otras cuatro familias más que también presentaron informes falseados para que sus hijos pudieran entrar al colegio escogido en primera opción en el mismo proceso de escolarización.

Manel señala también a varios funcionarios de la Conselleria, a los que ha denunciado por prevaricación. «Este asunto está en fase de instrucción aún. Hay funcionarios que recibieron a uno de los padres que fue juzgado el martes, este les reconoció lo que había hecho, y ellos no hicieron nada. Y no sólo eso sino que omitieron esa información en el proceso de escolarización. Eso es prevaricar», subraya.