El pasado día 20 de febrero, el presidente se acercó al local porque una conocida le advirtió que frente al establecimiento había un camión sacando cosas. Resulta que, la persona que regenta el bar, sin autorización de la directiva, cambió la cerradura del local. Tras comprobar las instalaciones, comprobaron que faltaba una cocina grande, un fregadero, una nevera, una cámara, todo ello industrial y de gran valor económico. También habían sustraído tres mesas de hierro para cortar, un cortador de fiambre, 15 mesas macizas de madera con recuadro blanco y 30 sillones de hierro.
A todo ello, desde la dirección de la asociación de tercera edad, sostienen que la concesionaria del bar les adeuda más de 10.000 euros en concepto de aportación, luz y agua. Además de todo eso, ahora se ha llevado numerosos objetos del mobiliario que no le corresponde.
Por ese motivo, desde la Policía Local de Inca se decidió cerrar con un candado las instalaciones hasta que el juzgado dictamine la forma de proceder.
El abogado de la asociación ha interpuesto una reclamación judicial y, tanto la Guardia Civil como la Policía Local de Inca, han realizado los pertinentes informes judiciales.
4 comentarios
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Son solo prácticas de la escuela de delincuencia (con manual) en que se ha convertido Inca (o mejor la han convertido, Inca no era así).
Hay que sacar esta lacra de las islas, cómo hemos permitido esto? Roban a los pobres abuelos, cómo os sentiríais si fueran vuestros abuelos? Unámosnos el pueblo y echemos a esta lacra de delincuencia, no sólo de las islas sino de España.