Los hechos ocurrieron el sábado 3 de abril, cuando la víctima acudió a una casa para celebrar un cumpleaños y después el grupo se marchó a otra vivienda, para seguir con la fiesta. La adolescente consumió algunas bebidas alcohólicas y empezó a marearse. En ese momento, supuestamente, se le acercó el sospechoso y le dijo que no se preocupara, que él iba a cuidarla.
La menor se fue a un cuarto para acostarse, pero antes le envió un mensaje de texto con el móvil a su novio, en el que le decía que estuviera tranquilo porque no estaba sola. La víctima, según consta en la denuncia, recuerda que el compañero de instituto se metió en la cama con ella y comenzó a manosearla, a pesar de que ella le imploró que no lo hiciera. Sin embargo, estaba bebida y no pudo ofrecer resistencia.
A continuación, presuntamente la violó. Cuando la víctima se despertó, el acusado seguía en la cama junto a ella. Se marchó de la casa y ese mismo día recibió un mensaje de él en Instagram en el que le decía que no se lo contara a nadie. La menor, además de alcohol, reconoce que esa noche dio «dos o tres caladas a un porro de marihuana». Este viernes, la Guardia Civil procedió a la detención del joven, que reconoció las relaciones sexuales, pero puntualizó que fueron consentidas en todo momento por las dos partes.
En su declaración ante la autoridad judicial, en presencia de su abogado Marc Torres, insistió en que no había existido violencia ni se había aprovechado de que estuviera bebida. El juez ha ordenado su puesta en libertad.