Los familiares de Aaron Henderson, de 30 años y origen norirlandés, llevaban tres años esperando el juicio con jurado que se celebró a finales del pasado mes de abril en la Audiencia de Palma. «Después de tres años esperando que se haga Justicia, nos sentimos totalmente traicionados. Sería un eufemismo decir que estamos disgustados con el sistema judicial español», explican.
El acusado, Paul Lee, ex relaciones públicas del establecimiento, reconoció que la noche del 27 de abril de 2018 dio una bofetada a la víctima que le hizo caer al suelo, pero negó que le propinara una patada en la cabeza. El hombre, que se cambió de ropa tras el manotazo al turista, fue detenido y estuvo dos años en prisión provisional por estos hechos. Aaron Henderson falleció por las graves lesiones sufridas, cuatro días después, en el hospital Son Espases de Palma tras dos operaciones.
El jurado popular que absolvió al principal sospechoso concluyó que en las grabaciones aportadas por el encargado del bar «no se ve ni que diera la patada, ni que no la diera». El responsable del local también fue exculpado de un delito de encubrimiento.
La fiscal Teresa Vadell reclamaba una condena de 12 años de cárcel por un delito de homicidio para Paul Lee y 20 meses para el encargado del Mulligans por, supuestamente, encubrir al empleado. El caso no está cerrado para los familiares del fallecido, que fueron representados por la prestigiosa abogada Marta Rossell Garau, del bufete Buades. Paul y Kim están planeando buscar más asesoramiento legal en Irlanda del Norte. No quieren que la muerte de su hijo quede impune.
3 comentarios
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Es una vergüenza la justicia que tenemos en ese país, tercermundista sin duda alguna. Por suerte esos jueces no hicieron la carrera de Ingeniería Aeronáutica.
Es una vergüenza la justicia que tenemos en ese país, tercermundista sin duda alguna. Por suerte esos jueces no hicieron la carrera de Ingeniería Aeronáutica.
No m'extranya gens, sa justícia te una manera de jutjar molt nostàlgia i peculiar.