Los vecinos de un edificio de la calle Joan Alcover de Palma fueron víctimas de una oleada de robos en los trasteros del aparcamiento subterráneo desde principios del pasado mes de abril. Un total de 27 trasteros fueron forzados, algunos de ellos en repetidas ocasiones. La mañana del día 6 sufrieron el primer golpe. Los delincuentes accedieron a través de la puerta del párking y sustrajeron una bicicleta de carretera, valorada en 1.000 euros, entre otros efectos. Cinco días más tarde regresaron al lugar, fracturaron la ventanilla de un coche y se llevaron auriculares inalámbricos y los mandos del aparcamiento.
Una semana después, abrieron con los mandos la puerta principal para volver a forzar los trasteros. En esa ocasión se apoderaron de un kayak, de 300 euros, y tres cajas de vinos. «Nos sentimos desprotegidos», lamentaba uno de los vecinos del inmueble.
Tras varios días de investigación, los policías lograron identificar a los ladrones a través de las cámaras de seguridad, montaron un amplio dispositivo y lograron detener a los sospechosos.
A través de las imágenes de seguridad los investigadores pudieron comprobar la brutalidad y fuerza ejercida durante los robos. Los delincuentes, con un extintor, también reventaron el coche de una jueza de instrucción de Palma.
Según fuentes próximas al caso al que ha tenido acceso Ultima Hora los ladrones son dos presos del CIS que sólo acudían a dormir a la cárcel y que tenían el día libre. Durante estos permisos se dedicaban a dar 'palos' y, acto seguido, se dirigían al poblado de Son Banya para vender el género sustraído en el mercado negro y comprar droga.
8 comentarios
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Aahhh que han robado a una juez... estos no quedarán en libertad con cargos , ni podrán decir que es hurto , vamos que les caerán varios años y rápido además
Buen trabajo de la policía. Al entrar los ladrones repetidas veces a robar en el mismo lugar, es evidente que muy espabilados no eran.
Si han robado a una jueza no hay problema. El peso de la ley caerá contra los ladrones. El resto en cola y aguantarse.
Tranquilidad ante todo que los problemas por la justicia lenta, torpe, ineficaz y sin apenas medios aquí en las islas se van a solucionar cuando se implante y utilice el catalán
Ni alarmas, ni vigilantes, ni puñetas. Ponga una jueza en su comunidad y se acabaron los robos.
Jueza al ver su coche: "Hasta aquí hemos llegado"
El error de los ladrones: robar a una jueza. Si no llegan a hacerlo, todavía estarían pegando palos.
Con la jueza hubo el punto de inflexión...