El procesado en una sala de lo Penal de Vía Alemania. | Juan P. Martínez

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El 15 de junio de 2019 entró en una vivienda de la calle Joan Mascaró i Fornés de Palma a robar. Rompió el cristal de la puerta principal y una vez dentro se hizo con varios joyeros y las llaves de un coche. No le importó no tener el carnet de conducir. Al salir de la vivienda, y a los mandos del vehículo, provocó dos accidentes de tráfico con cuatro heridos en apenas una hora. En ambos huyó del lugar. Y le dio tiempo a cometer otra fechoría en un inmueble de la calle Gessami dos semanas más tarde.

Ayer, en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania, el acusado, de nacionalidad española, reconoció los hechos y aceptó tres años y medio de prisión. Además tendrá que indemnizar a los perjudicados por las sustracciones y a los heridos en los accidentes que provocó. Más de 8.000 por las joyas y en 10.000 por los perjudicados en los siniestros con el coche.

El primero de los robos se produjo a las 17.00 horas. Se llevó de la casa varios joyeros repletos de alhajas valoradas en 6.110 euros. Pero antes de salir se llevó las llaves de un turismo. Salió a los mandos de un coche. Todo esto sin carnet. Minutos más tarde en la calle Mascaró i Fornés se saltó un semáforo en rojo y colisionó por detrás con un vehículo y este a su vez con otro. Provocó cuatro heridos. Huyó. Y menos de una hora después, esta vez en las Avingudes, también en Palma, volvió a repetir la escena: fue el culpable de otro accidente por saltarse un semáforo en rojo. Tampoco se detuvo tras el golpe.

Días más tarde, el 2 de julio, volvió a robar joyas en una casa de la calle Gessami, en Ciutat. El imputado cometió todos esos delitos bajo los efectos de las drogas. La pena de prisión quedó suspendida por un plazo de cinco años con la condición de que no vuelva a delinquir, haga frente a la responsabilidad civil y siga con el tratamiento para abandonar las drogas.