Los dos procesados, este lunes, en una sala de lo Penal de Vía Alemania. | Juan P. Martínez

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No fue al azar. Sabían que el hombre al que iban a asaltar llevaba en una de sus muñecas un reloj de la marca Audermans Piguet valorado en 10.000 euros. Era la tarde del 20 de febrero del presente año. En las inmediaciones del párking del Passeig Mallorca de Palma agarraron a la víctima por la espalda, lo tiraron al suelo y se hicieron con el valioso botín. Eran tres, pero la Policía Nacional sólo puedo arrestar a dos.

Este lunes, los acusados, de 24 y 21 años, ambos de nacionalidad argelina y en situación irregular en España, admitieron los hechos ante la juez. Uno de los imputados aceptó, en lugar de pena de cárcel, ser expulsado del país durante siete años, mientras que el otro dio el visto bueno a dos años de prisión, pena que quedó finalmente suspendida.

Un hombre que pasaba en ese momento subido a un patinete eléctrico presenció la escena. Al ver que los asaltantes huían los persiguió por distintas calles, logrando darles alcance en el mirador de la Catedral. En ese momento uno de los chicos sacó un cuchillo al testigo y lograron marcharse corriendo de allí. La víctima del atraco sufrió diversas lesiones en la muñeca, en una rodilla y en un brazo. La Policía Nacional detuvo a dos de los sospechosos días después de los hechos y el juez de guardia los envió horas más tarde a prisión, donde se encontraban hasta ayer.

Este lunes, y tras alcanzar sus respectivas abogadas acuerdos con el ministerio público, los dos acusados conocieron sus condenas. Ambos fueron sentenciados a dos años de prisión, pero a uno de ellos se le sustituyó por la expulsión de España durante siete años. Al otro procesado se le suspendió su estancia en la cárcel por un plazo de dos años.
Los dos jóvenes tendrán que indemnizar de manera conjunta en 10.200 euros a la víctima por el reloj, que no apareció, y las lesiones.