Todo comenzó hace unos días cuando la arrestada, tras mantener discusiones muy acaloradas con su pareja, un hombre de 43 años y con el que tiene un hijo en común, decidió echarlo de casa. Para ello, no dudaba en pegarle empujones, lanzarle cubos de agua, amenazarlo e incluso mojarle el colchón con agua para que no pudiera descansar.
El hombre, llamó a la central del 091 y relató los hechos. Una patrulla se personó en el domicilio y se entrevistó con la pareja. Ella, en un primer momento negó los hechos alegando que ella no tenía ningún problema y que todo era fruto de la imaginación de su pareja. Los agentes abandonaron el lugar.
Unos minutos más tarde, una nueva llamada alertó de la misma situación. Nada más llegar, los policías se encontraron a una mujer mucho más agresiva y provocadora. «¿Tenéis una orden de registro? Yo no tengo que colaborar con la policía», gritaba al mismo tiempo que con una actitud desafiante se enfrentaba a los agentes y también a su pareja.
Cuando los funcionarios comprobaron la veracidad de los hechos denunciados y le comunicaron su detención, ésta comenzó a gritar: «Abuso policial. Me detenéis porque soy negra», solicitando a sus hermanos que impidieran la detención.
Al final, acabó arrestada y no se produjo ningún incidente más.
