Alcohol, drogas, distracciones y exceso de velocidad se han convertido en las causas de la gran mayoría de muertes y accidentes en las carreteras de las islas. Al volante nunca hay que bajar la guardia. En cualquier lugar y hora se pueden encontrar a una patrulla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil para velar por la seguridad de los miles de conductores y sancionar a todos aquellos que infrinjan las normas. Un equipo de Ultima Hora se infiltra en un dispositivo de control de carreteras del destacamento de Palma del instituto armado para conocer de primera mano las impresiones y la realidad de nuestra red viaria.
Ubicación
«Todo el mundo quiere saber la ubicación de los controles, pero la respuesta es muy fácil. Entradas y salidas de la capital balear y los accesos a las zonas turísticas. No estamos desvelando ningún secreto si decimos que todos los fines de semana montamos dispositivos especiales de control de vehículos, drogas y alcohol. Es un secreto a voces. Nuestro objetivo primordial es conseguir que todo el mundo llegue sano a salvo a sus casas», apunta el cabo al mando del dispositivo.
Son las ocho de la mañana y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil acaba de montar un control ‘express' en una de las salidas de Ses Cadenes, muy cerca del bullicio y la fiesta de la Platja de Palma. Los guardias llegan rápido al punto fijado por la superioridad y, en menos de 60 segundos, tienen montado un dispositivo de conos sobre el asfalto. Lo preside un todoterreno con un cartel luminoso donde reza las palabras: «alcohol y droga».
La cara de los conductores que tomaban el carril de aceleración para acceder a la autopista era todo un poema al ver la presencia de los guardias civiles con los luminosos en la mano.
«Tenemos que decir que en Palma la gente suele beber mucho menos que en la Part Forana. Es decir, detectamos porcentualmente menos infractores por consumo de drogas o alcohol en la capital balear que en las carreteras de los pueblos», comenta uno de los agentes del dispositivo.
Esta afirmación viene avalada por varios motivos. Desde hace mucho años, sólo los grandes municipios de Mallorca como Inca, Llucmajor, Alcúdia, Calvià, Manacor, etc... disponen de plantillas amplias de Policía Local con unidades nocturnas que realizan pruebas de alcoholemia y drogas por las noches. El resto de municipios, especialmente los más pequeños, al no disponer de servicio nocturno policial, bajan la guardia, se relajan y beben antes de conducir. Este hecho viene avalado con las estadísticas de controles sorpresas en carreteras montados por la Guardia Civil en carreteras secundarias o vías interurbanas.
Otro punto a tener en cuenta y que justifica la bajada de positivos en Palma es que los conductores son plenamente conscientes de que todos los días, a cualquier hora, se pueden encontrar controles en las carreteras.
Vía de cintura
Los fines de semana, también se habilitan macrocontroles en la autopista que obligan a cortar la vía de cintura. Todos los vehículos son controlados y sometidos de forma selectiva a pasar por el alcoholímetro o el drogotest.
Por edades, los jóvenes son los más ‘cazados' por los agentes de la Benemérita bajo los efectos de alcohol o drogas, pero los de la franja de 40 a 50 años son los que dan las tasas más altas.
4 comentarios
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cuando habrá una reforma de la ley que encarcele por muchos años a estos infractores?
En Palma no es que bebamos menos, es que usamos más el taxi , y por eso pillan a menos infractores.
Superan a los de Palma... Por la cantidad de vehículos que salen de la capital y sus conductores van ebrios o drogados. Ahora falta saber la cantidad de "positivos" pillados dentro de Palma, no? Por ejemplo, la que atropelló a un motorista en can pastilla y lo mató, iba ebria. Y computa como accidente urbano.
Normal, para vivir en algunos sitios hay que estar muy fumado para resistir las catalanadas.