La sala de lo Penal número 5 acogió este miércoles el juicio contra un hombre por abusos sexuales a la hija de 16 años de su pareja en el domicilio que ambos compartían en Campanet. En la vista la denunciante explicó a la juez lo que presuntamente ocurrió el 19 de junio de 2020.
«Estaba en el sofá, mi madre me llamaba para que me despertara, y él -refiriéndose al acusado- se tiró encima mía. Me dio besos por el cuello y un cachetazo en el culo», explicó la chica, que ya es mayor de edad. Y añadió que «me sentí rara, una cosa es un abrazo y otra que me dé una palmada en el culo». La madre de la perjudicada, que declaró como testigo, confirmó lo expuesto por su hija y que días después ambas abandonaron el domicilio.
El acusado, asistido por la abogada Esther Jiménez, negó lo ocurrido. Afirmó que le dio un beso, como pareja de su madre, y nada más. «Aún no sé por qué me denunció», se lamentó el hombre, de nacionalidad española. Asimismo relató que después del presunto abuso la joven siguió yendo a casa. «Venía jueves, viernes, sábado y domingo y también después de lo del sofá», subrayó.
La Fiscalía pide para él una multa de 13.200 euros y una orden de alejamiento. El juicio quedó visto para sentencia.
2 comentarios
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Está claro que la despreciable ley de vioencia de género está haciendo mucho daño, y más que hará. Es injusta la mires por donde la mires. No se puede dar presunción de veracidad a cualquier mujer por el hecho de serlo. Con esta ley, todos, y repito, todos los hombres (incluídos los bobos que aún la defienden), de entrada, somos vistos como culpables, abusadores y violadores. Pues mire, no. Yo no soy nada de eso y mis hijos varones, tampoco. Esta gentuza que la ha creado lo único que han hecho y pretendía era enfrentar a hombres y mujeres. Mal, vamos mal.
El extraño caso del besucón-manoseador. Este caballero tendría que ser sancionado dos veces, una por abusón y otra por empanao.