La acusada, ayer, en un juzgado de lo Penal de Palma. | R.S.

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Una joven de 26 años ha sido condenada por un juzgado de Palma al pago de una multa de 180 euros tras declararse autora de tres delitos leves de coacciones hacia su monitora de gimnasio, ocurridos entre febrero y marzo de 2019, en la capital balear. La chica no podrá acercarse a la denunciante a menos de 500 metros durante el próximo año y medio.

Asimismo la acusada tendrá que indemnizar a la perjudicada y hacer frente a las costas del proceso, cantidad que asciende a 3.000 euros.

Obesión

La obsesión de la procesada por la monitora se remonta a febrero de 2019. La imputada reclamaba a la perjudicada una mayor atención en sus clases. Al no recibirla, comenzó a perseguirla por las diversas zonas del centro pidiéndole explicaciones, tratando de hablar con ella a toda costa. Llegó incluso a esperarla en el aparcamiento de las instalaciones.
El 8 de marzo de ese año, la imputada esperó en la salida a la mujer y la agarró fuertemente del brazo diciéndole que era mala persona y que le estaba haciendo daño. El asunto no acabaría ahí ni mucho menos.

Sólo tres días después, el 11, la denunciada siguió a la fémina hasta los baños del gimnasio. Una vez que esta entró y quiso salir, la acusada no se lo permitió.
La perjudicada abandonó temporalmente el trabajo. Pero cuando se reincorporó unos meses después, la conducta de la imputada continuó de la misma manera. Y acabó arrestada.

La Fiscalía pedía inicialmente para la acusada, defendida por el abogado Tomeu Vidal, el pago de una multa de 3.600 euros.