Los agentes intentaron conseguir la ubicación exacta de la menor y, finalmente, a través del servicio de emergencias 112, la localizaron por el posicionamiento del teléfono móvil en unos apartamentos de Magaluf. La Guardia Civil se presentó a las 14.30 horas en la habitación 116 y detuvo a los cuatro sospechosos, todos de entre 18 y 39 años y origen senegalés.
Los arrestados pasaron este viernes a disposición judicial y negaron los hechos ante el juez de Instrucción número 8 de Palma, en funciones de guardia. El magistrado acordó el ingreso en prisión de tres de los cuatro investigados tras el interrogatorio que se prolongó hasta pasadas las diez de la noche. Están acusados por delitos de detención ilegal, contra la salud pública y abusos sexuales.
La adolescente, según explicaron fuentes de la investigación, se encontraba el martes por la noche junto a una amiga que vivía en una casa okupa y quedó con un amigo –que fue detenido después– para salir de fiesta por Magaluf. Una vez allí, acudieron a un bar de copas en el que estuvieron toda la noche. La denunciante relató a los guardias civiles que el joven le reconoció que le había puesto éxtasis en su copa. Alo largo de la noche le ofrecieron más sustancias estupefacientes y ella aceptó. A continuación, se marcharon a unos apartamentos donde los acusados, según la versión de la víctima, le realizaron tocamientos y que su amigo le cogió el móvil y le tiró la tarjeta SIM al baño para que no pudiera pedir ayuda.
Los investigadores de la Guardia Civil sospechan que la menor podría estar siendo obligada a prostituirse por parte de los ahora arrestados. Los agentes han analizado las cámaras de los apartamentos en las que se observa cómo el amigo de la adolescente capta a un turista en la calle y lo lleva al complejo en el que se encontraba la perjudicada.
El apunte
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