Presuntamente, el hombre regresó a la puerta del local empuñando un hacha de grandes dimensiones y gritando: «Te mato ahora mismo, quién eres tú para sacarme del pub, no me conoces, te voy a matar». Acto seguido, según el fiscal, el hombre intentó asestar un golpe con el arma en la cabeza del portero, que consiguió parar el hacha con la mano sufriendo una herida. Asistido por una intérprete, el procesado ha negado esta versión. Ha señalado que aquella noche, antes del incidente con el portero, no había tenido ningún problema con nadie dentro del local --aunque ha hablado de 600 euros que llevaba encima que alguien le habría robado-- y ha insinuado que le echaron «algo en la bebida».
Con todo, también ha admitido que bebió alcohol y tomó cocaína. Según el acusado, el portero le echó del local y le pegó un puñetazo, provocándole una herida en la boca por la que recibió tres puntos de sutura. El procesado ha sostenido que él no le devolvió el golpe y que se fue a buscar a la Policía, a la que, según ha dicho, acompañó a la puerta del local. En este sentido, el acusado ha dicho no haber esgrimido ningún hacha, y ha insinuado que fue el portero, junto a otro trabajador del bar, quien entregó el arma a la Policía para acusarle falsamente. También ha acusado a la víctima de haberse autolesionado para incriminarle. El hombre ha declarado que conocía al portero de ocasiones anteriores pero que nunca había tenido ningún problema con él.
Por su parte, el portero ha mantenido su relato, explicando que aquella noche tuvo que intervenir porque le avisaron de una pelea en el interior del bar y una camarera le indicó que el acusado era el que estaba causando el problema. Al verle agresivo, procedió a sacarlo fuera. Según la víctima, el acusado se marchó diciéndole que le esperase, y una media hora más tarde regresó. «Volvió con un hacha gritando que me iba a matar, que por qué le había sacado fuera, que qué problema tenía con él», ha dicho el portero. En aquel momento se acercó mucha gente a la puerta del bar para ver qué estaba pasando. Según el portero, el hombre se fue acercando a él blandiendo el hacha, de unos 35 centímetros, y él trató de defenderse levantando un brazo e intentando quitarle el arma, que según la víctima iba directa hacia su cara. En ese forcejeo recibió algunas heridas en la zona de la mano. Con la otra mano pegó al agresor y éste finalmente se marchó. La Fiscalía pide, además de la pena de cárcel, una orden de alejamiento en favor de la víctima por tiempo de cinco años.
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