Los agentes detectaron que la mujer había realizado un préstamo fraudulento a través de internet. | Alejandro Sepúlveda
Soñaba con tener un pecho más grande y nada se lo iba a impedir. Por ese motivo, una española de 37 años, no dudó en utilizar los datos bancarios de un amigo de su madre para formalizar la financiación y cargar unos 10.000 euros a la cuenta de una tercera persona que nada tenía que ver con esta historia. Agentes del Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológica detuvieron a la sospechosa acusada de un delito de estafa por la contratación de un préstamo fraudulento con una entidad bancaria. La Policía Nacional tuvo conocimiento de los hechos a raíz de una denuncia interpuesta por un hombre que daba cuenta que había recibido un requerimiento emitido por un juzgado de Palma por el impago de 10.000 euros, sin que él tuviera conocimiento de dicho préstamo. De hecho, a la víctima le sorprendió que los beneficiarios del dinero fuera una clínica de estética, cuya sede está fijada en la calle Aragón de Palma. Además, el objeto del mismo era la implantación de senos.
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