Un constructor ha sido condenado a tres meses de prisión y al pago de una multa de 540 euros tras reconocer su culpabilidad en la caída de un albañil a un pozo de ocho metros en una obra en Palma. El acusado no facilitó a la víctima los medios de seguridad necesarios para desarrollar su función.
Antes de la vista, el perjudicado fue indemnizado en 13.469 euros por las lesiones y las secuelas que sufrió y esto le sirvió al procesado, asistido por el abogado Alejandro Murillo, como atenuante.
El suceso tuvo lugar el 21 de agosto de 2019 a las 13.00 horas. La propietaria de un local ubicado en la calle Espartero, en el barrio palmesano de Santa Catalina, contrató días atrás los servicios del acusado para llevar a cabo tareas de limpieza y apuntalamiento. El hombre recurrió a su vez a un albañil para realizar el trabajo encomendado. A pesar de ello el acusado no le facilitó ningún tipo de medios de seguridad y aquel día se precipitó a un pozo tras ceder la bovedilla que lo cubría y sobre la cual la víctima se encontraba. El empleado sufrió lesiones en un codo y varias fracturas vertebrales. Llegó a estar ingresado en la UCI y tardó más de cinco meses en recuperarse. Inicialmente la Fiscalía solicitaba para el procesado dos años de prisión y una multa de 3.000 euros.
2 comentarios
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Antes de la vista, 13.469 euros por las lesiones y las secuelas que sufrió el 21 de agosto de 2019. Con calma hombre, igual tenia suerte y te hubiera salido con la tuya,.... a cualquier cosa llaman "empresario"!
Esta sentencia debería leerse en el Club de la Comedia, para que la gente se desternillase de risa. Supongo que este señor constructor también debió partirse la caja riéndose, cuando llegó a su casa. Todo esto es supergracioso, menos para el infeliz que se cayó al pozo. Para este no hay más que una bofetada en toda la cara, porque esta sentencia no es más que una burla cruel. Sigamos riendo, a ver hasta dónde llegamos.