Uno de los guardias civiles implicados, el miércoles, en los juzgados. | ALEX SEPULVEDA

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Uno de los guardias civiles implicados en la presunta trama de espionaje a la pareja del expresidente de Panamá Ricardo Martinelli preguntó por el grupo de WhatsApp que compartían sobre la posibilidad de iniciar otro operativo. –Buenos días, Marío. Quizás necesite de los servicios de Group Kougar a partir del día 4 próximo. ¿Tienes disponibilidad? Era el 2 de agosto de 2020.

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La jueza investiga si hay más presas en la red de espionaje en la que los participantes se hacían llamar Pumas. «Existen indicios de que los investigados formaban parte de otros grupos de WhatsApp de similares características, sospechándose de su posible implicación en otros hechos de similar naturaleza», indica la magistrada en el auto de prisión para dos de los detenidos: un guardia civil autodenominado Puma III y el propietario de la empresa de escoltas, alias Puma I.

La creación de esa sociedad evidencia, según la jueza, que los detenidos «han venido integrando una verdadera organización dedicada a llevar a cabo actividades de seguimiento y vigilancia más allá de la legalidad». Varios investigados señalan que Mario E., dueño de la empresa, era quien les ofreció participar en estas actividades y quien recibía el dinero de Martinelli. El agente encarcelado habría aprovechado su condición de guardia civil para acceder a una urbanización privada con el fin de continuar sus labores de vigilancia.