Los bomberos acudieron al lugar de los hechos. | Emilio Queirolo

TW
8

El derrumbe que se produjo este pasado sábado en un hotel del Port d'Alcúdia también tiene una historia humana detrás. En concreto, el director del establecimiento saltó hacia los escombros y le estuvo dando la mano a la mujer de 59 años que quedó atrapada, mientras llegaban los bomberos para rescatarla. Pese a que había riesgo de derrumbe, el director del hotel optó por quedarse a dar ánimos a una de las cocineras.

Cabe recordar que un hombre y una mujer quedaron atrapados este pasado sábado entre los cascotes después de que el gimnasio del Blue Sea Piscis del Port d'Alcúdia se hundiera sobre la cocina del establecimiento; ambos son de nacionalidad española. La señora quedó aplastada por un muro que le comprimía el muslo izquierdo y presentaba heridas en la cara y otras partes del cuerpo. El varón, por su parte, presentaba un traumatismo craneal, y fue trasladado hasta el hospital de Muro. Ambos estaban en estado grave, según el 061.

Noticias relacionadas

Fuentes policiales indicaron que el derrumbe «pudo ser un auténtico desastre». En un primer momento se especuló con un escape de gas, pero todo indica que la causa del hundimiento del gimnasio no fue esa. El hotel, anoche, quedó cerrado al público.

De acuerdo con los datos facilitados por los equipos de emergencias, el accidente se produjo sobre las tres de la tarde en el hotel de tres estrellas, ubicado en la calle Teodor Canet. A esa hora, el suelo del gimnasio de la planta baja se vino abajo y cascotes y maquinaria cayeron al piso inferior, donde se encuentran las cocinas. Inicialmente se informó de que había cinco heridos y dos atrapados y los equipos de emergencias se volcaron en el rescate de estas últimas personas. Bomberos, Guardia Civil, Policía Local, ambulancias del 061 y médicos del PAC se desplazaron rápidamente hasta el hotel, que fue evacuado de manera preventiva.

Fuentes policiales explicaron que había unos 330 clientes alojados en esos momentos y que todos ellos fueron reubicados en otros establecimientos, ya que el Blue Sea Piscis quedó precintado y no abrirá sus puertas hasta que la semana que viene un técnico municipal certifique que no hay riesgo de nuevos derrumbes.