Los procesados, este martes, en la sala de la sección primera de la Audiencia de Palma. Foto: A. Sepúlveda

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Ocho de los ocho acusados, tres de ellos mallorquines, de pertenecer a una banda de narcotraficantes que intentó transportar desde la isla de Martinica a Mallorca 600 kilos de cocaína en 2019 han aceptado la mañana de este martes en la Audiencia de Palma penas que suman 35 años y multas que superan los 1.200 millones de euros. Uno de los procesados ha sido absuelto.

Tal y como han reconocido ante la Tribunal de la sección primera, dos de los acusados, uno de ellos mallorquín y patrón de yate, se pusieron de acuerdo para desplazarse a Martinica en octubre de 2018 en un velero de 13,4 metros de eslora para recoger y trasladar a España una importante partida de cocaína. Uno de ellos fue contratado por un tercero, que realizaba tareas de intermediación y cuyo papel incluía la búsqueda de gente que pudiera manejar la embarcación.

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En diciembre de ese año llegaron al destino, donde les esperaba un hombre, cuyo paradero se desconoce. En febrero uno de los dos procesados que había llegado a Martinica decidió retornar a Mallorca por desacuerdos con la organización del viaje. Eso sí, dejó la embarcación preparada para cargar la cocaína y recibió 20.000 euros en concepto de adelanto por las actuaciones realizadas, quedando pendiente de pago 1,8 millones de euros. El mallorquín, para poder llevar a cabo la logística necesaria para asegurar el traslado y las gestiones para el cobro contrató a dos mujeres, residentes en la zona del Llevant de la Isla.

Cuando el patrón llegó a Mallorca, la red se puso a buscar a otra persona que estuviese capacitada para manejar la embarcación y la encontró rápidamente. Este llegó en marzo de 2019 a Martinica, donde le esperaba un compañero. Poco después tomaron rumbo a Baleares, pero todo se truncó el 19 de mayo de 2019, cuando la Guardia Civil interceptó el velero en la costa de Fuengirola (Málaga). Se intervinieron en un doble fondo preparado por el patrón mallorquín en el baño del camarote de proa y en el salón de estar un total de casi 600 kilos de cocaína, valorada en más de 100 millones de euros. La mayoría en paquetes con el anagrama de Louis Vuitton. Los tripulantes del 'Kayros' fueron arrestados en ese momento y semanas después acabaron detenidos los otros siete integrantes de la organización. El Tribunal ha dictado sentencia en el mismo acto.