Asimismo, Ramos, que cumplió 18 años el pasado 16 de mayo, habría realizado una videollamada con la misma menor, a la que le habría enseñado su nuevo rifle AR-15. Posteriormente, hizo alusión a «utilizar el arma para algo» y le mandó fotografías en las que supuestamente se veía la munición que acababa de comprar a través de Internet. El martes por la mañana, ambos mantuvieron otra videollamada en la que se veía al joven vestido completamente de negro, si bien Ramos aseguró que «no podía revelarle su secreto hasta que su abuelo abandonara la casa». Sobre las 11.00 horas escribió que «estaba esperando por su abuela» y, poco después, le envió varios mensajes en los que aseguraba que había «disparado a su abuela en la cabeza» e iba a «abrir fuego en una escuela».
La joven ha alegado que hasta que no vio las noticias en la televisión no pidió contactar con las autoridades estadounidenses. "Quizá podría haber cambiado algo. Simplemente no pensé que fuera a hacerlo de verdad«, ha lamentado. No obstante, los informes preliminares apuntan a que varias personas instaron a la Policía a entrar en el edificio para detener el ataque, si bien los agentes no lo hicieron. Las autoridades estiman que Ramos estuvo 40 minutos en el interior del edificio antes de ser abatido. El tiroteo, que ha dejado 19 niños y dos adultos muertos, ha vuelto a poner sobre la mesa el polémico debate sobre el control de armas en Estados Unidos. Meta, propietario de Facebook, ha señalado que los mensajes no fueron descubiertos »hasta que la tragedia había ocurrido", tal y como ha subrayado la compañía en un comunicado. El gobernador del estado, Greg Abbott, explicó el miércoles que Ramos había disparado a su abuela en la cara antes de conducir hasta la escuela. La abuela del tirador --que continúa hospitalizada-- llamó a la Policía antes de que este llegara al colegio y abriera fuego contra los alumnos.
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