‘Pep Merda’, el ‘promotor’ del robo, en Manacor.  | Alejandro Sepúlveda

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Fredy Escobar, el principal acusado por el violento robo al jubilado Pau Rigo en Porreres en 2017, ha sido absuelto por la Audiencia de Palma. El tribunal condena a otros dos implicados,Marcos Rotger y José Antonio Sánchez, conocido como ‘Pep Merda', a cuatro años y ocho meses de cárcel y cuatro años y diez meses, respectivamente. Fredy reconoció tras ser detenido que participó en el robo de febrero de 2018 en el que murió su hermano tras recibir un disparo del propietario de la casa.

Los jueces indican que no se puede descartar que las dos personas que entraron en la casa fueran de raza árabe. Así lo relató Fredy en su declaración policial, «refiriéndose a lo que le habían manifestado Marcos y José en una de las reuniones que tuvieron antes de los hechos de febrero. Según Fredy, los dos coacusados le dijeron que ellos habían participado en un robo anterior en la finca de Pablo acompañados de dos chicos árabes que, luego, ya no habían querido volver a colaborar con ellos».

Los hechos enjuiciados se remontan al 6 de octubre de 2017. Dos personas cuya identidad se desconoce accedieron al domicilio de Pau Rigo tras ponerse de acuerdo con ‘Pep Merda' y Marcos Rotger. Los asaltantes llevaban el rostro cubierto con un pasamontañas e interceptaron al anciano cuando recogía naranjas. Los delincuentes le arrebataron el cuchillo y le colocaron la pistola en la cabeza para exigirle que le entregara la caja fuerte. Una vez dentro de la vivienda, se dirigieron al despacho del perjudicado y se llevaron 30.000 euros. Arrebataron el móvil al hombre, le ataron los brazos con unas bridas a la silla y las piernas con cita americana mientras le decían: «No digas nada o mataremos a tus hijos y a tus nietos, somos la banda del demonio».

El promotor

La sentencia sostiene que ‘Pep Merda' fue «el verdadero promotor del robo y no un mero acompañante». Marcos Rotger fue quien se encargó de proporcionar la pistola y la ropa a los dos ladrones. Ambos tendrán que indemnizar a la víctima con 34.000 euros por el dinero sustraído y el daño moral. «No podemos perder de vista que la víctima es una persona de edad avanzada, que reside en una casa en medio del campo con su esposa y que ven cómo dos personas armadas irrumpen en su vivienda».