Bartolomé Cursach, durante el juicio. | Alejandro Sepúlveda

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«Mi recomendación ha sido no declarar hasta que sepamos de qué va el juicio». El abogado de Bartolomé Cursach, Enrique Molina, avanzó el silencio de su representado. Ni él ni Bartolomé Sbert contestaron a ninguna pregunta en el juicio. El inicio de los interrogatorios a los encausados dejó a ambos en silencio y a los mandos de la Patrulla Verde de la Policía Local contestando a todas las preguntas para negar cualquier delito y justificar cada intervención en los bares por las que se les acusa de coacciones.

El oficial que coordinó este grupo entre 2007 y 2015, Gabriel Torres, que afronta una petición de tres años y medio de cárcel, señaló: «No conozco de nada al señor Cursach. No he hablado con él en mi vida». Él y el subinspector Bartolomé Capó están acusados de formar un grupo criminal dedicado a acosar a locales. El segundo se quejó al tribunal: «Primero éramos un grupo criminal a las órdenes del señor Gijón y el señor José María Rodríguez, luego se nos puso debajo de Sbert y Cursach y luego soy yo. He estado en tres grupos criminales en esta causa».

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Tanto Torres como Capó, además de negar cualquier vínculo con Cursach, defendieron la actuación de la Patrulla Verde. En primer lugar porque actuaba casi siempre por órdenes de Alcaldía o por denuncias de ciudadanos. Así, Torres detalló el por qué de las actuaciones en varios locales de los que se incluyen en la acusación: «¿Dio instrucciones para qué hicieran inspecciones en Mi Botellón?», le preguntó el fiscal. «Por supuesto que sí. Estamos hablando de alguien que tiene la medalla de oro de los incumplidores», respondió.

«¿Sa Trobada?», siguió el fiscal. «Estamos en la medalla de plata, el segundo máximo infractor», respondió. Torres recordó que tenía denuncias desde hacía años e incluso mostró una carta de 2004 cuando la alcaldesa, Catalina Cirer, pedía un mayor control al bar. Mención aparte recibió el bar de ‘El Ico', El Cavalli. Capó explicó que recibieron decenas de denuncias de vecinos y que, incluso uno, relató amenazas del hijo de ‘La Paca' para que no le denunciara más.

El apunte

El exjefe Mut: «Las presiones en la Policía Local eran brutales»

También declaró el exjefe de policía Joan Miquel Mut, solo a su abogado, Jaime Campaner. También negó conocer a Cursach y haber presionado a dos policías locales por una inspección a un local de Cursach. Justificó la apertura de un expediente a otro policía que era testigo protegido del caso. «Me llegó un escrito de un comisario y mi obligación es informar al concejal y que se inicien los trámites». Recordó que entonces las presiones en la policía «eran brutales» y que existía una «guerra interna» que provocó graves conflictos.