Los hechos ocurrieron en 2018, cuando uno de los procesados inició una relación sentimental con la víctima, que tenía 12 años. El hombre, según el escrito elaborado por el Ministerio Público, convenció a la niña para que cogiera dinero a sus padres, prometiéndole que luego se lo devolvería. El acusado llegó a obtener hasta 2.000 euros y joyas que la menor usaba. El joven se gastaba el dinero que le entregaba su pareja y también vendía las joyas en distintos establecimientos.
El 18 de febrero de 2019, el encausado, acompañado por el otro procesado, recogió a la chica en un colegio de Palma, donde cursaba 6º de primaria, y se desplazaron los tres hasta la vivienda en la que ambos residían. Una vez allí, los acusados, pese a la negativa de la menor, comenzaron a besarla y le tocaron sus partes íntimas. La amenazaron con que si no se dejaba le contarían a sus padres que les había robado dinero.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de hurto y otro de abusos sexuales. Para el novio de la menor solicita un año de prisión por hurto y tres por abusos. Para el segundo reclama una condena de tres años de cárcel por el delito de abusos. Además, el Ministerio Público pide que indemnicen a la joven con 2.000 euros por el dinero robado y 1.375 por el valor de las joyas que vendieron.