En algunos de estos episodios se han utilizado armas de fuego. | Redacción Digital

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Dos tiroteos en apenas 24 horas con dos jóvenes de 19 y 21 años muertos en Alcorcón y Fuenlabrada, respectivamente, han hecho saltar las alarmas en la Comunidad de Madrid, donde se han registrado cuatro crímenes el último mes, tres de ellos por arma de fuego, y 15 heridos, fruto de una escalada de la violencia en la región.

La Policía Nacional investiga si detrás de los dos últimos asesinatos acontecidos a última hora de la madrugada del domingo y el lunes está detrás la firma de las bandas juveniles, mientras que la delegada del Gobierno, Mercedes González, se ha reunido con los jefes de la Policía y la Guardia Civil en Madrid para estudiar «planes de prevención» contra estos hechos más allá del plan antibandas.

Los jóvenes tiroteados en Alcorcón y Fuenlabrada, que recibieron sendos disparos en la cabeza, son dos de los tres asesinados con un arma de fuego en la Comunidad de Madrid el último mes, tan solo uno menos que en el resto de 2022, según datos recabados por Efe.

Durante los primeros meses de este año preocuparon los crímenes de pandilleros a machetazos en Atocha y Usera, en febrero, y en Villaverde, en abril, y ahora lo hacen las últimas muertes a balazos que aún continúan sin autores conocidos y, por lo tanto, sin detenciones.

CUATRO CRÍMENES Y 15 HERIDOS TRAS EL VERANO

El retorno tras los meses vacacionales de julio y agosto en Madrid, donde tanto la movilidad en las calles como la población se reducen de forma considerable, se ha saldado con al menos 15 heridos y cuatro muertes por arma blanca o de fuego en la región en apenas un mes.

La mayoría de las víctimas son jóvenes menores de 25 años, como los que han perdido la vida en las últimas horas en los sucesos de Alcorcón y Fuenlabrada, y algunos de las agresiones continúan relacionándose con enfrentamientos entre bandas juveniles, como el apuñalamiento grave de un hombre de 28 años a manos presuntamente de dos menores de 15 y 16 en la localidad de Alcobendas el pasado jueves.

El plan antibandas, reforzado por la Delegación del Gobierno en febrero tras los asesinatos de dos jóvenes de 15 y 25 años en Atocha y Usera, sigue activo en una decena de distritos de la capital, así como en los municipios de Parla, Alcobendas y Alcorcón, y hasta el momento se ha saldado con más de 800 detenciones.

A la actividad de los miembros de estas organizaciones se suman otros sucesos violentos, como el que desveló a los vecinos de Carabanchel el pasado 17 de septiembre, cuando un hombre mató de un disparo a bocajarro al vecino de su hija después de que ésta le reprochase los ruidos que provenían de su vivienda.

Las cifras de delincuencia también se han visto incrementadas en septiembre por las agresiones y reyertas registradas en las numerosas fiestas patronales de distritos y municipios de la Comunidad de Madrid, como la riña que a comienzos del mes se saldó con un vecino y un joven heridos por arma de fuego y seis miembros de los Latin Kings detenidos en San Sebastián de los Reyes.

LAS AUTORIDADES LLAMAN A LA CALMA

A tenor de los dos últimos tiroteos mortales ocurridos en Alcorcón y Fuenlabrada, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha negado que se haya detectado un «repunte» de la actividad de bandas juveniles, cuya implicación se investiga en esos crímenes.

Por su parte, la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, se ha reunido con el jefe superior de la Policía, Manuel Soto, y el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, David Blanes, para abordar ambos crímenes y estudiar nuevos «planes preventivos» contra este tipo de hechos.

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, ha pedido que no se generen «alarmas innecesarias» porque Madrid es una región «segura» y el Gobierno trabajará para que «lo siga siendo».

También ha indicado que, pese a las restricciones al uso de armas de fuego en España, «a veces es imposible llegar al uso que se detecta en estas bandas», pero se trabajará para «erradicarlo».