El juicio aborda las supuestas inspecciones abusivas a tres discotecas polémicas. | Àngels Andreu
La sesión de este jueves del juicio del 'caso Cursach' tiene previstos seis testigos. Tres de ellos son dueños de establecimientos de ocio nocturno, 'Mi Botellón', 'De Luxe' y 'Lunita' que acumularon inspecciones y sanciones durante años. Los testigos declararon durante la instrucción que eso fue un trato abusivo por parte de la Policía Local y, uno ellos llegó a describir una actuación en la que los agentes obligaron a desnudarse a sus clientes.
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Los acusados y sus defensas insisten en que se trataba de locales multirreincidentes que incumplían de forma sistemática las ordenanzas municipales y que por eso eran inspeccionados y sancionados. También está citado el testigo supuestamente pagado por el Grupo Cursach para poner denuncias a la discoteca Level, propiedad de Ángel Ávila y una de las principales acusaciones particulares. Los otros dos testigos son agentes de la Policía Local cuya declaración fue aplazada en otras sesiones.
Termina la sesión
El tribunal levanta la sesión hasta ahora más convulsa del juicio.
Identificaciones
De nuevo, a vueltas con las identificaciones en instrucción. Las defensas vuelven a poner de manifiesto que no reconoce a agentes que fueron al menos en seis ocasiones a su establecimiento.
Licencia de bar
El testigo tenía un local con licencia de bar, sin música y quería ejercer como café concierto. El local fue precintado en 2008. «Yo le llevaba todo a mi abogado», dice.
Más inspecciones
El testigo imputual, dice que sufrió un acoso de la Patrulla Verde. Identifica a tres de los acusados. Ocurre que, de nuevo, existían problemas con su licencia.
Testigo encontrado
El testigo aparece al final. El tribunal le pregunta por qué no estaba a las 14.00 horas. «Se me pasó».
Testigo perdido
La sesión está parada porque el último testigo del día no aparece.
Policía Nacional
El testigo fue llamado por los agentes de Blanqueo de la Policía Nacional. Según declaró más tarde, fueron ellos quienes le explicaron que le perseguía la Patrulla Verde.
Discusión
El testigo se ha encarado con uno de los abogados que introducía las actas que contenían las irregularidades de sus locales. Recibió inspecciones hasta por una reyerta con arma blanca en el local: dejó a vecinos encerrados y suponía un «grave riesgo» según esas denuncias. Ha comenzado a gritar y la presidenta del tribunal le ha ordenado guardar silencio. «No me trate como un delincuente», le ha llegado a decir. Ante su negativa, la presidenta le ha expulsado. Se ha ido gritando. La vista continúa sin él.
Testigo expulsado de la sala
El tribunal mantiene una fuerte discusión con el testigo. Y le expulsa de la sala.
Ruido
Admite que funcionaba como una discoteca con licencia de café concierto, que le clausuraron la pista de baile, que tuvo que insonorizar el local ante quejas de vecinos o que tuvo que hacer obras porque no tenía una salida de emergencia correcta. Insiste en que fue perseguido de forma injusta. Cuenta que le llamaron los policías de blanqueo para hablar de «esos agentes corruptos» que le habían molestado.
Competencia en Can Pastilla
El testigo reconoce a cuatro policías. Sin embargo, afirma que pudo tener las inspecciones a su bar en Gomila porque un agente tenía una discoteca en Can Pastilla.
Discoteca
"Tuve inspecciones cada día que abrí. Cada día que abría, acta, acta, acta. Se inventaban las denuncias.
Tenía una licencia de café concierto. Era como una discoteca«. El testigo fue el propietario de un local llamado »Mi Botellón" en Gomila.
Exculpar a un compañero
El agente insiste en que intentó exculpar a un compañero que acababa de ingresar en prisión, pero que no se hicieron constar sus manifestaciones en la declaración judicial.
"Arbitrario y corruptelas"
"Intenté explicar varias actuaciones y luego, cuando salen aquí, cambian totalmente el sentido de lo que yo quería declarar. Introdujeron palabras como 'arbitrario' o 'corruptelas'."
"El fiscal Subirán"
El testigo atribuye la intimidación al fiscal Subirán. Insiste en que «a lo que estaba diciendo se le cambiaba el sentido cuando escribía». «El fiscal montaba un relato tergiversando lo que yo decía». Es el décimo policía que declara en el mismo sentido.
Amenazas en la instrucción
Declara un policía sobre su comparecencia voluntaria en la instrucción: "Quise ir al juzgado de Instrucción para decir que, en mi opinión no éramos una banda criminal y para ponerme a disposición para ir a explicar lo que sabía. Empecé contestando preguntas por cómo funcionábamos y las dinámicas de trabajo. En casi todas las ocasiones escribían un relato cambiando el contexto de lo que decía, cambiando palabras. Me quejé. Firmé la declaración porque dos o tres veces, o cuatro, yo decía que no había dicho eso«. Añade que fue intimidado, »usted sabe que entra como testigo, ya vermos como sale".
Patrulla Verde
Declara un agente de la Policía Verde. El fiscal solo le pregunta si el subinspector tenía despacho propio y se guardaba allí actas de inspección. Dice que era su lugar de trabajo pero que las actas estaban en la oficina. También le interroga por la orden de avisar cuando la Patrulla Verde se desplazaba a Platja de Palma.
Televisión
«Ángel Ávila me intentó convencer para que saliera con él por la tele. Me estuvieron acosando».
Detenciones
El testigo declaró en instrucción el 24 de febrero de 2017, apenas cuatro días antes de la detención de Cursach y Sbert. «Me dijeron que no contara nada porque iba a haber detenciones». A preguntas de la defensa revela que le avanzaron estos dos arrestos.
Denuncias reales
Admite que recibió dinero por «las molestias de tener que repetirme en las denuncias», una única vez y que se lo dio un empleado de Cursach. Sin embargo, insiste en que eran denuncias reales y que respondían a motivos documentados. También matiza su declaración en instrucción. «Había burradas, no recibí 3.000 euros y no eran denuncias ficticias».
Denuncias reiteradas
«Al principio no me ofreció dinero porque solo tenía que ir tres o cuatro veces como mucho. El problema, según me dijo él, es que no nos hacían caso, parecía que no era eficiente las quejas. Esa fue la causa de que se alargara. Era ver si así, por ser pesado la administración intervenía».
Denuncias al Level
El siguiente testigo admite que puso multitud de denuncias a la discoteca Level. "La motivación fue que un trabajador y amigo del Grupo Cursach me relató el problema que tenían de competencia desleal con Level y me pidió que las pusiera. Con el relato me quedé muy indignado porque esta persona era muy amigo y a mí las injusticias me hierven".
Fotografías
Dice que en instrucción le enseñaron seis u ocho fotografías de policías locales para reconocer. «Si había más y no me las enseñaron, no lo sé». Esas actas de reconocimiento no están incorporadas a la causa.
"Situación diabólica"
La presidenta del tribunal explica que se encuentran ante una «situación diabólica» por las identificaciones de policías durante la instrucción y el hecho de que luego los testigos no los reconozcan en juicio pero tampoco se desdigan durante sus declaraciones.
Reconocimientos
El interrogatorio de las defensas se ciñe a cómo identificó a los policías durante la instrucción. Un buen número de las inspecciones fueron hechas por dos agentes, hermanos entre sí, a los que no reconoció en esa fase. «¿No le parece extraño?», le pregunta el abogado Gaspar Oliver.
Indicaciones de Subirán contra Cursach
El testigo niega que se guiara su declaración para identificar a policías locales. Sin embargo dice: "Las únicas indicaciones que podía hacer el fiscal era que pusieran que éramos competencia del Grupo Cursach y no éramos ni nunca lo seremos".
Cambio de nombre
Según el testigo: "En el momento en el que cambiamos el nombre de BD5 a Lunita no hemos vuelto a tener una inspección en los siguientes diez años ni redadas ni actas".
Plaza Vapor
El testigo también tiene un local en la plaza Vapor de es Llonquet. Dice que ahí aún siguen siendo «desmesuradas» las inspecciones. Le enseñan denuncias de la asociación de vecinos. «Las denuncias de vecinos se hacen siempre por todo, no podemos controlar a la gente que sale fuera».
Drogas en el local
Le muestran el acta de esa inspección, firmada por dos policías que han declarado como testigos y no están acusados. Se levantaron cinco actas por tenencia de drogas, otra por consumo en el interior y que uno de los empleados fue detenido por traficar. «Cinco gramos en una discoteca con 200 personas y una despedida de soltero no me parece relevante», dice.
"Nos desnudaron a todos"
El testigo es interrogado por una inspección de drogas en su bar por sospechas de que un cocinero vendía estupefacientes. «Nos desnudaron a todos, a mí dos veces». Por nombre y número no reconoce a nadie ahora.
Policías
El testigo no identifica tampoco a policías que le hicieran las inspecciones. Explica que tuvo problemas con los vecinos en un momento dado. «Le pagué el alquiler al del primero y luego vinieron los demás a quejarse».
Testigo
El primer testigo tenía un local en Platja de Palma. Cuenta que empezó a tener muchas inspecciones después de despedir a un encargado. "Cuando lo despedimos en 2007 y cambiamos el nombre empezaron las inspecciones habitualmente por todo tipo de cosas, porque la puerta había estado abierta, porque había una silla de más..."
Nueva prueba
El fiscal considera que no es necesaria la aportación de esa grabación para valorar la credibilidad del testigo. "Si el letrado pretende ejercer acciones contra el testigo por falso testimonio en causa criminal lo podrá hacer. No es necesario." El tribunal decidirá.
Mentira de un testigo
La sesión arranca. El abogado de Bartolomé Sbert, Antonio Martínez, pide la palabra. Manifiesta que uno de los testigos que declaró ayer, Gabriel Payeras, uno de los socios de Ángel Ávila en el Level mintió ayer en el juicio. Negó que le hubiera llamado hace unos meses el fiscal Miguel Ángel Subirán para hablar del caso. Subirán grabó sin embargo una conversación con él que aportó en el Tribunal Superior junto con las de otra veintena de testigos. Martínez pide que se admita esta grabación como nueva prueba.
3 comentarios
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visto el personaje que han expulsado de la sala por macarra, sigo asombrándome de que toda esta gente fuese utilizada por juez y fiscal para conseguir sus propósitos. En el fondo, a ellos también los manipularon. Que vergüenza la credibilidad de estos testigos. Que vergûenza de juez, fiscal y policias nacionales.
La magia uniformada...
Haber como puede trabajar un policía… si trabaja, acosa. Si no trabaja, es un vago. No me extraña que se vea poco la policía local.