Imagen de archivo de una sesión del juicio.

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Entre este lunes y el martes están citados en la Audiencia los últimos testigos de la Fiscalía Anticorrupción en el 'caso Cursach'. En esta jornada comparecerán cinco personas cuyas declaraciones se centrarán en un grupo de agentes de la Policía Local, entre ellos algunas de las primeras tramas que se investigaron en la causa, antes de la irrupción en ella de Bartolomé Cursach.

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Uno de los testigos regentaba el burdel El Templo del Faraón en Palma, uno de los establecimientos en torno a los que estalló la macro causa por las supuestas amenazas recibidas por dos policías locales: uno tenía una empresa de aire acondicionado y otro de tapizado y competían, según se investigaba entonces, por los clientes.

También declarará un camarero de un local que relató en instrucción que fue amenazado para fingir comprar droga a un narco y que así fuera detenido por la Policía Local, un empresario que dijo haber sido presionado para contratar a agentes policiales como servicio de seguridad en su local y una mujer que aseguró en instrucción que uno de los acusados la coaccionó para tener una cita con ella.

Finaliza la sesión

Termina la sesión de hoy. Mañana están citados los últimos tesigos de Fiscalía.

Finaliza la testigo

La testigo termina: "Estoy hoy aquí realmente en el nombre de mi marido. Sobre la conciencia de algunas personas está la muerte de mi marido".

Local de Cursach

El dueño del local donde estaba este establecimiento es Bartolomé Cursach, que lo tenía alquilado. La testigo habla de una buena relación.

Exigencias de los policías

La testigo dice que su marido, fallecido, le contó que unos policías, a los que no identifica, le exigieron ser serguridad en su local. Dice que se negó porque le pedían el triple que cualquier otro servicio y que, a partir de ahí se producían las inspecciones.

Problemas con la policía

«Según mi marido sí había un problema con un policía, pero no se quién es porque me quería dejar al margen de eso. No había fines de semana en que no estaba la policía en la misma esquina. Venían a las dos y media, la hora punta a hacer inspecciones. Esto sí lo he vivido».

Local de Platja de Palma

Declara una mujer sobre el cierre de su local en Platja de Palma. Dice que se clausuró la discoteca dos meses por tener una caja de cervezas en una salida de emergencias.

El Templo del Faraón

La Sala informa que no se ha encontrado al propietario del burdel El Templo del Faraón. La Fiscalía renuncia a su declaración.

Interrupción

El resto de partes también renuncian a esos dos testigos sobre el episodio de la compra de droga. En instrucción, el testigo había dicho que los policías le ofrecieron dinero, algo que no ha mantenido aquí. La Fiscalía entiende que no necesita más confirmación. El siguiente en declarar está citado a las doce y media y, a la espera de que llegue, se ha suspendido la sesión.

Dos testigos

El fiscal renuncia a los dos testigos siguientes después de lo que ha declarado éste. Estaban citados para confirmar lo que había dicho durante la instrucción. Antes, el tribunal ha hecho una seria advertencia a una abogada de la defensa: "No se si sería conveniente que se replanteara su línea de interrogatorio y no digo más. Los reconocimientos no se han introducido en el juicio y los va a introducir usted. Puede perjudicar gravemente a su cliente."

Negativa

Cuenta que se negó a ir a comprar droga para que los agentes detuvieran al camello. «Los dos policías fueron al bar y hablaron con mi jefe. Yo no lo oí, pero mi jefe me dijo que si no les ayudaba a pillar a los malos nos iban a cerrar el local».

Cocaína

El segundo testigo cuenta un episodio cuando compraba droga en Platja de Palma. "un día me fui a comprar y, de ahí me encontré a dos policías que conocen las Tres Torres (el bar en el que trabajaba) y a mi jefe. Me han pillado con medio gramo. No estaban vestidos de policía. Me dicen: te hemos pillado comprando. Me dice: un día tienes que ir a comprar para pillarte a tí y pillar a quien te lo venda".

Contradicción

La testigo se contradice. En instrucción dijo que una amiga suya podría confirmar el episodio de la proposición del policía. Esta mujer declaró en el juicio que no vio nada. Ahora dice que esta persona no estaba con ella en ese momento.

Policías uniformados

Según la testigo, los policías que intervinieron iban uniformados. El problema es que identificó a agentes de la Patrulla Verde, que no llevan uniforme en las inspecciones.

Reconocimientos

La testigo dice que ahora no recuerda qué policías eran. La acusación particular pregunta por los reconocimientos que hizo en instrucción y dice que entonces sí los identificó. «Me enseñaron una foto».

Insinuación

Cuenta un episodio en una inspección en la que también hubo un control de droga. Según dice, un policía le pidió el bolso y le recriminó que tuviera tranquilizanes. Luego le dijo, «después quedamos», entendió que se trató de una insinuación sexual.

Cara a la pared

¿Había muchas inspecciones? le pregunta el fiscal. «Sí, horribles. Yo creía que era normal, pero con el tiempo me di cuenta que no. Encencían todas las luces y nos ponían contra la pared».

Primera testigo

La primera testigo es una antigua trabajadora del local Sa Trobada, uno de los que ejerce la acusación particular. Hasta ahora la prueba relacionada con este local ha sido poco concreta.