La procesada, este lunes, en una sala de lo Penal de los juzgados de Vía Alemania. | Juan P. Martínez
Estuvo algo más de un año cobrando en efectivo a los clientes que atendía en el centro de estética de Palma donde trabajaba. Y siempre explicaba que el datáfono estaba estropeado. Lo hacía con un fin: quedarse con el dinero. En total, más de 7.300 euros. Al final, como suele ocurrir en estos casos, acabó denunciada por sus jefes. Un juzgado de lo Penal condenó este lunes a una mujer a un año y nueve meses de prisión tras admitir que se apropió de 7.322,84 euros de decenas de clientes del centro de estética donde trabajaba, ubicado por aquel entonces en la calle 31 de Diciembre de la capital balear. Asimismo, también se comprometió a devolver dicha cantidad en siete mensualidades.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Aquí hay algo que no se cuenta, porque acabar en el juzgado por esto es raro. Muchísimos camareros, dependientes y trabajadores meten mano a la caja y como mucho los despiden.
Seguro es una Franquicia y no controlaban los pagos a diario, mal proceder por los encargados porque revisando el día y lo digo por experiencia en ello, se hubiesen dado cuenta del robo y esta mujer la hubiesen puesto en la calle.