La abogada Teresa Bueyes (derecha) regresó este martes al plenario. | Alejandro Sepúlveda
Palma16/11/22 0:29
Lo más incriminatorio que dijo el antiguo testigo protegido 30 sobre Bartolomé Cursach es que en BCM se tiraban «toneladas de dióxido de carbono» encima de la gente. El típico humo de discoteca a paladas. De sobornos a policías locales ahora no sabe nada, aunque «he oído cosas». El testigo contó que alertó a Sbert de los riesgos del CO2 y que, a partir de ahí se enfadaron. Cursach debería ser investigado por agravar el calentamiento global en la discoteca.
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