El tribunal, según la resolución facilitada este lunes por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, también le ha impuesto la prohibición de comunicarse con la víctima y de acercarse a ella durante veintidós años, así como el pago de una indemnización de 30.000 euros. Los magistrados consideran probado que el acusado, el 17 de enero de 2005, tras telefonear a primera hora de la mañana en dos ocasiones a la víctima para decirle que quería devolverle un dinero a su padre, se presentó delante de su casa y la convenció, «aprovechándose de su relación de parentesco», para que se subiese a su coche, «aduciendo que irían a recoger ese dinero».
Tras entrar la menor en el vehículo, el acusado, según la sentencia, «condujo a gran velocidad» hasta el parque San Mamede, en el Ayuntamiento de Lousame, donde se sitúa la capilla de San Lourenzo, «en un entorno forestal». Los jueces subrayan que ese lugar es «muy poco frecuentado a esa hora en un día como el de los hechos». Una vez allí, según el fallo, después de intercambiar unas palabras y hacerse con el teléfono de su cuñada y guardarlo, el condenado «sacó un cuchillo grande y se lo exhibió a la víctima, al tiempo que se lo pasaba a modo de advertencia de su posible uso por cerca del cuerpo».
Los magistrados relatan que con el arma blanca «siempre en la mano», le dijo que le realizara una felación, a lo que la menor se negó. Entonces, y siempre según el relato de hechos probados de la sentencia, la requirió para que se desnudara, le dio un camisón para que se lo pusiera, se colocó sobre ella en el asiento de copiloto y, «manteniendo el cuchillo en la mano y cerca del cuerpo de la menor como amenaza», la violó. Después, le dijo que si relataba a alguien lo sucedido «la mataría a ella, a su hermana y a la hija de la hermana, que también era hija de él, además de matarse él mismo».
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Chicle, pide revisión de condena, ahora lo tenéis a huevo. Montero , no te vayas.