El procesado, en una sala de lo Penal de Vía Alemania de Palma. | Juan P. Martínez

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El conocido como el depredador sexual de Inca ya tiene su primera condena: una multa de 1.440 euros por coacciones a dos mujeres en la localidad de Santa Maria en octubre de 2021, días después de salir de prisión. El acusado, un joven marroquí, se declaró culpable en un juzgado de lo Penal de Palma y aceptó la pena impuesta por la jueza, a la que se llegó tras un acuerdo de conformidad entre su abogado, David Colom, y la representante de la Fiscalía antes de la celebración del juicio. La magistrada le apreció el atenuante de analógica de alteración mental. Inicialmente la acusación pública solicitaba para el imputado, que se encuentra actualmente en prisión acusado de decenas de episodios de índole sexual, tres años de cárcel.

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El primer hecho tuvo lugar a las 10.30 horas del 12 de octubre de 2021. El procesado, al que se le han diagnosticado problemas mentales, abordó por la calle a una mujer mientras hacía deporte y la acorraló contra la pared. Segundos después le gritó: «¡Quiero una mujer!» y a continuación «no me queréis porque soy marroquí, ¿qué pasa?».

Mientras esto ocurría impedía la huida de la víctima con los brazos, a la que le exigió que le diera su número de teléfono. La joven, aterrorizada, le dio uno inventado. El procesado descubrió que le había engañado y enfureció y empezó a amenazarle de muerte. Cinco días después, de madrugada, siguió a una joven durante varios minutos y la chica tuvo que salir corriendo aterrorizada por la actitud del procesado. El joven no podrá acercarse a las dos perjudicadas a menos de 500 metros durante los tres próximos años. La juez dictó sentencia 'in voce' en el mismo acto.