Los chicos obedecieron, pero a las 7.30 horas regresaron para fracturar el cristal de la puerta de acceso del prostíbulo con una piedra. Una vez dentro se apropiaron de un móvil Samsung, una cadena de música Pioneer, una tablet y varias bebidas alcohólicas valoradas en 700 euros. A continuación prendieron fuego al local.
Un ciudadano detuvo a una patrulla de la Policía Nacional que circulaba por la zona porque había visto humo por debajo de la puerta del club de alterne. Los agentes abrieron la puerta y comprobaron que el mostrador estaba en llamas y que había humo por todo el establecimiento. Los policías intentaron apagar el fuego con extintores y en un primer momento lo consiguieron, pero el incendio se avivó y llamaron a los bomberos.
La rápida intervención de los equipos de extinción evitó que las llamas se propagaran a los locales colindantes. El incendio provocó cuantiosos desperfectos que fueron tasados en 25.856 euros y también afectaron a un hotel. El Grupo de Atracos de la Policía Nacional abrió una investigación para tratar de localizar a los presuntos autores del incendio y un mes después detuvieron a los dos jóvenes suecos.
Los jóvenes negaron en el juicio haber sido los autores del incendio y aseguraron que no se reconocían en las cámaras de seguridad del establecimiento. Sin embargo, la jueza de lo Penal número 2 de Palma dio total credibilidad al propietario del club de alterne, que desde un principio sospechó de ellos. En una de las fotografías extraídas de las cámaras de seguridad del local se reconocía perfectamente a uno de los acusados.
La magistrada condenó a cada uno de ellos a tres años de cárcel por un delito de daños y otro de robo. Las defensas de los dos jóvenes recurrieron, pero la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha ratificado la sentencia de forma íntegra.
3 comentarios
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Los "ardores" son peligrosos.
Vicent MartínSí, toda la razón, eso sin contar los catalanistas y los catalanes.
Han convertit Mallorca en un escusat, on ve a parar tota sa merda d'arreu del món.